La empobrecida Mesoamérica será en 2015 competitiva, integrada y con una población sana, educada y respetuosa de su diversidad cultural, prometen los gobiernos detrás del Plan Puebla Panamá (PPP), al que grupos sociales consideran una grave amenaza.
El proyecto de perfil neocolonialista, según sus críticos, volvió a la palestra con la reunión realizada el jueves en Nicaragua entre los presidentes de América Central y México, tras un período de silencio que llevó a creer que el PPP estaba cancelado.
El plan es una realidad y ya nadie puede negar sus importantes avances, dijo el presidente de México, Vicente Fox, quien lo propuso a sus pares de América Central a fines de 2000.
Según Fox, existe una línea de crédito de 5.000 millones de dólares para impulsarlo, otorgada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Centroamericano de Desarrollo. De ese monto, 2.000 millones están ya canalizados en planes carreteros, portuarios y de interconexión eléctrica.
El PPP propone un manejo concertado de los recursos naturales, los apoyos productivos, la interconexión eléctrica y la construcción de carreteras entre los ochos países mesoamericanos, los siete de América Central y México. De igual modo se pretende abordar la promoción del comercio y del desarrollo social.
Aunque el PPP es un proyecto impulsado por transnacionales y grandes intereses económicos, no pasará, pues lo estamos combatiendo los grupos sociales organizados, dijo a IPS Héctor de la Cueva, portavoz de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio.
Los gobiernos participantes sostienen que el PPP beneficiará a 64 millones de personas que habitan Mesoamérica, una zona de un millón de kilómetros cuadrados que comprende nueve estados del sudeste mexicano y Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
La región está marcada por la pobreza. De cada 1.000 niños nacidos vivos, entre 20 y 40 mueren antes de cumplir los cinco años, y 25 por ciento de la población infantil está desnutrida.
Además, 20 por ciento de los habitantes son analfabetos, y cerca de 14 por ciento de los niños menores de cinco años tienen bajo peso y baja talla debido a la falta de alimento adecuado.
Las promesas del PPP son las mismas de los proyectos de libre comercio en marcha en América. Lo único que busca, como los otros, es facilitar mano de obra barata y segura a costa de la cultura, el ambiente y la libertad de la gente, opinó De la Cueva.
En la Declaración de Managua, firmada esta semana, los mandatarios de Mesoamérica se comprometieron a continuar impulsando el desarrollo integral de la región, a través del PPP, con una visión de sostenibilidad de largo plazo.
La firma del documento se realizó en el marco de la VI Reunión del Mecanismo de Diálogo y Concertación Tuxtla, una herramienta instituida en 1996 para promover la cooperación y el desarrollo de la región.
Para Fox, éste fue uno de sus últimos actos en una gira que desde el martes realizó por Guatemala, Honduras y Nicaragua, y que culminó este viernes.
En Guatemala, el mandatario mexicano fue recibido con protestas de campesinos y otros grupos sociales, que reclaman la cancelación del PPP y su sustitución por un proyecto de integración autóctono y definido por las ciudadanías a través de un proceso democrático.
El PPP no pasará, es la consigna de los activistas que periódicamente se reúnen en algún país de Mesoamérica para concertar estrategias contra el plan, que cuenta con el apoyo del BID, el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La sociedad civil promete profundizar sus movilizaciones en varios países, pues el PPP se definió sin un proceso previo de consulta a las poblaciones involucradas, asegura.
Representantes indígenas consideran que para los 14 millones de nativos mesoamericanos, la receta del PPP, que además incluye instalación de maquiladoras y construcción de represas, derivará en el abandono de su cultura, integración a la dinámica de las transnacionales, salarios de miseria y explotación.
A las críticas y advertencias se han sumado el indígena Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), del estado mexicano de Chiapas, y el izquierdista Ejército Popular Revolucionario (EPR), con presencia marginal en varios estados de este país.
Los críticos deben escuchar antes que condenar y deben participar antes que marginarse, pues el PPP beneficiará a todos, dijo a IPS un portavoz de ese proyecto en México, donde en los últimos dos años poco o casi nada se ha hablado del plan.
Rodrigo Fierro, experto mexicano en integración comercial, indicó a IPS que en 2002 y 2003 la actividad pública del PPP fue casi nula, al punto que pensó que se había cancelado.
No creo que sea nada fácil cumplir las metas del PPP, pues aunque quiere mantener un bajo perfil, los grupos sociales se muestran muy dispuestos a exponerlo y a ponerle freno, opinó.
Apenas 23 por ciento de los habitantes de Mesoamérica ha escuchado hablar del PPP. En Costa Rica sólo un cuatro por ciento de la población conoce el plan, admitió el gobierno de México, luego de informar que patrocinó una encuesta, aunque no detalló cuándo se hizo ni el universo de la muestra.
El PPP avanza como un plan dinámico que está logrando sus objetivos, apuntó Fox.
IPS supo que con los recursos obtenidos por la región para el PPP se realizan trabajos para mejorar carreteras, modernizar aduanas y avanzar en la electrificación, mientras en los planes de desarrollo social parece haber retraso.
Según indican los documentos del proyecto, en 2015 la subregión habrá aumentado la capacidad productiva y competitiva de sus habitantes, estará interconectada y tendrá agilidad y seguridad en sus vías de comunicación terrestres, marítimas y aéreas.
Además, habrá armonizado sus normas y estándares de comercialización, figurará en los mercados globales con un conjunto de productos y servicios específicos, y la mayoría de sus pobladores tendrán acceso a servicios básicos de salud.
En Mesoamérica, niñas y niños podrán terminar un ciclo completo de educación primaria y sus ciudadanos tendrán acceso a sistemas de capacitación para trabajos dignos y productivos, sostienen.
Los países habrán reducido a la mitad el porcentaje de personas con hambre, respetarán la diversidad cultural de las comunidades étnicas, y serán ejemplo mundial del manejo sustentable de los recursos naturales.
Todo eso es una falacia. Tal como está diseñado el PPP, lo único que provocará es pobreza, pérdida de identidad, destrucción del ambiente y abandono de las comunidades, replicó De la Cueva.