El gobierno de Cuba reiteró que más de 500 ciudadanos de este país que prestan asistencia médica en Haití se mantendrán en sus puestos, pese a la intervención de tropas extranjeras en el conflicto que sacude a esa empobrecida nación caribeña.
Nunca como hoy el pueblo haitiano necesita de una ayuda humanitaria incondicional, dijo un comunicado oficial según el cual, el único hospital que presta servicios en la capital haitiana es uno improvisado por personal cubano.
Al funcionamiento de ese centro, que atiende a cualquier necesitado, sin distingos de posiciones políticas o poder adquisitivo, se sumó personal de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la Cruz Roja Internacional en ese país, añade el comunicado.
La nota difundida por la prensa estatal informó que una brigada médica integrada por 525 profesionales, de los cuales 332 son médicos, colabora desde hace cinco años en todos los departamentos haitianos.
La ayuda brindada por el personal cubano es crucial, si se tiene en cuenta que Haití cuenta con menos de 2.000 médicos y casi 90 por ciento de ellos presta sus servicios en la capital, añadió.
La asistencia de los cooperantes ha salvado la vida a más de 86.000 personas y reducido la mortalidad infantil de 80 a 28 por mil nacidos vivos en menores de un año y de 159 a 39 por mil en menores de cinco años.
Según Cuba, esta labor sanitaria cubre 75 por ciento de la población haitiana de 8,4 millones de habitantes y ha logrado abatir la mortalidad materna de 523 a 259 mujeres cada 100.000 nacidos vivos.
El reporte puso énfasis en que los trabajadores cubanos se atienen al principio de no mezclarse en los asuntos internos de Haití, donde el presidente fue depuesto el domingo en un episodio aún no aclarado, mientras ex militares y paramilitares alzados en armas tomaban control del territorio.
Haití se encuentra actualmente bajo intervención de tropas de Estados Unidos, Canadá y Francia, entre otras, enviadas por resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, no está claro quién gobierna el país.
Tras cuatro años de crisis política marcada por acusaciones opositoras de fraude, el gobierno de Aristide se vio sacudido en las últimas semanas por disturbios y toma de ciudades por parte de grupos rebeldes bien armados a los que no costó demasiado vencer las resistencias de la fuerza policial.
Mientras la violencia aumentaba, dejando más de 80 personas muertas, gobierno y oposición no lograron ponerse de acuerdo en una solución negociada de la crisis.
En prevención de una agudización de las dificultades, el gobierno cubano había enviado el 11 de febrero un cargamento de 12,2 toneladas de medicamentos.
El comunicado cubano no hace referencia a la situación de otros trabajadores humanitarios en Haití, que también es receptor de ayuda en materia de alfabetización, control sanitario, acuicultura y seguridad alimentaria, entre otros aspectos.
Casi 300 jóvenes haitianos estudian medicina becados por el Estado cubano en la Facultad Caribeña de Medicina de Santiago de Cuba.
Para La Habana, la crisis haitiana es resultado de cientos de años de colonialismo con todas sus secuelas horrorosas de miserias y la realidad sería otra si el país hubiera recibido ayuda económica de la comunidad internacional.
La existencia de un mundo desigual e injusto ha minado las oportunidades de desarrollo económico y social de Haití, dijo el lunes el canciller Felipe Pérez Roque, horas después de que Aristide abandonara Puerto Príncipe.
Una fuente de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en La Habana confirmó a IPS que Cuba prepara condiciones para el eventual arribo a sus costas de personas que huyan de la violencia en Haití.
Existe un plan de contingencia ya organizado, dijo la fuente, que añadió que en el campamento de Punta Maisí, en la porción más oriental del archipiélago cubano, ya se encuentran 30 refugiados haitianos.
En el campamento, a sólo 77 kilómetros de las costas haitianas, se da tradicionalmente albergue, alimentación y atención médica a emigrantes de esa nación que naufragan en su intento de llegar a Estados Unidos en frágiles y atestadas embarcaciones.
El Programa Mundial de Alimentos estima que 2,4 millones de haitianos sufren hambre. (