La ONU está dispuesta a investigar las circunstancias de la caída del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, si recibe un pedido formal al respecto. Pero Estados Unidos y Francia desalientan tal posibilidad.
La Comunidad del Caribe (Caricom), bloque de 15 países del que Haití es miembro pleno, formuló públicamente reiteradas propuestas de investigación a la ONU (Organización de las Naciones Unidas), pero sin formalizarlas aún.
El llamado de la Caricom a una investigación de la ONU estaba en su declaración, pero no nos la comunicaron formalmente. Una vez que lo hagan, reaccionaremos, dijo este miércoles el portavoz del foro mundial, Fred Eckhard.
El funcionario dijo que Aristide, quien asegura haber sido desalojado del poder y secuestrado por soldados estadounidenses el 29 de febrero, habló dos veces con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, antes de su caída.
Pero Eckhard se negó a detallar las conversaciones, y aclaró que no hubo luego diálogo entre Annan y el líder haitiano, hoy exiliado en República Centroafricana.
Estados Unidos y Francia, que organizaron la partida de Aristide, afirmaron que el mandatario haitiano abandonó su país por su propia voluntad.
Pero Aristide asegura haber sido víctima de un secuestro y de exilio forzado.
Fuentes diplomáticas que solicitaron reserva de su identidad aseguraron que Washington y París ejercieron presión sobre el Caribe para que desistieran de exigir una investigación sobre la caída de Aristide.
Todo esto es una desgracia, dijo el activista Jim Paul, del no gubernamental Global Policy Forum, organización especializada en analizar los movimientos políticos dentro de la ONU.
Paul describió la caída de Aristide como un golpe montado por Estados Unidos y Francia, y advirtió que ambos países harán todo a su alcance para impedir que el asunto sea considerado por el Consejo de Seguridad, del que son miembros permanentes.
Gran Bretaña los acompañará, seguramente, mientras China y Rusia, los restantes miembros permanentes del Consejo, hará lo mismo porque el Caribe está dentro de la esfera de influencia estadounidense, dijo Paul a IPS.
La ONU debería abrir una investigación exhaustiva sober el golpe en Haití, sostuvo. Pero la única posibilidad, añadió, es que haya una resolución al respecto de la Asamblea General, hoy, casualmente, presidida por un caribeño: el canciller de Santa Lucía, Julian Robert Hunte.
Annan dijo el martes a la prensa en Ottawa: No creo que nadie en la organización para la que yo trabajo pueda apoyar un golpe de Estado, ni yo personalmente.
Los golpes de Estado han sido condenados en todo el mundo. Y organizaciones como la Unión Africana, de hecho, decidieron que nunca admitirán en sus cumbres a nadie que acceda al poder mediante un golpe de Estado, agregó Annan.
En cuanto a las diferentes versiones sobre cómo Aristide dejó el poder, indicó: Debo trabajar sobre la base de la resolución del Consejo de Seguridad. El propio órgano, agregó, tomó como buena la carta de renuncia firmada por el presidente haitiano.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad bendijo el nuevo gobierno de Haití y autorizó a un contingente militar multinacional a permanecer al país los próximos tres meses, al cabo de los cuales se constituirá una fuerza de mantenimiento de paz de la ONU.
Sudáfrica dijo compartir la preocupación de la Caricom y también pidió públicamente una investigación.
La versión de que el presidente Aristide fue obligado a dejar el cargo, de ser verdadera, tendrá serias consecuencias (…) para el respeto del estado de derecho y la democracia en todo el mundo, dijo la canciller sudafricana Nkosazana Dlamini-Zuma.
Dos abogados de Aristide, Brian Concannon e Ira Kurzban, preparan una demanda por secuestro contra Estados Unidos y Francia, al amparo de la Convención Multilateral para la Prevención y Castigo de Delitos contra Personas Internacionalmente Progegidas.