ESPAÑA: Socialistas anuncian viraje en frente exterior

Todavía impactados por su inesperado triunfo electoral del domingo, los socialistas españoles anticipan grandes cambios en la política exterior de España: fin de la dependencia de Washington, impulso de la unidad europea y relaciones más intensas con América Latina y el mundo árabe.

El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y próximo presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendió las líneas principales.

El ex enviado especial de la UE a Oriente Próximo y firme candidato a encabezar la cancillería, Miguel Angel Moratinos, y la diputada socialista del Parlamento Europeo, Francisca Sauquillo, definieron para IPS los puntos esenciales de esa nueva política.

”Mi gobierno será europeísta. Recuperaremos los ejes tradicionales con Europa, Latinoamérica y el Mediterráneo”, dijo Rodríguez Zapatero este lunes en rueda de prensa, tras las elecciones del domingo, en las que el PSOE se alzó con 43 por ciento de los votos.

Refiriéndose a la invasión de Iraq, sostuvo que los gobernantes George W. ”Bush (de Estados Unidos) y (Tony) Blair (de Gran Bretaña), deben hacer una autocrítica porque no se puede bombardear un pueblo por si acaso”.

”Si la ONU (Organización de las Naciones Unidas) no retoma el control en Iraq, retiraré las tropas españolas antes del 30 de junio”, fecha prevista para la transferencia del poder de las fuerzas ocupantes a manos iraquíes.

Moratinos señaló a IPS que lo prioritario será cambiar la estrategia contra el terrorismo internacional, abandonando las ”guerras preventivas”, como la que Estados Unidos puso en práctica contra Iraq, e impulsando un papel activo de Europa.

Y deberá lograrse ”respetando los valores y principios del derecho internacional y la cooperación internacional para la paz y el desarrollo de los países del Sur”, puntualizó Moratinos.

”Europa debe tener (con Estados Unidos) un trato de igual a igual, para lo cual España deberá esforzarse en reconducir sus relaciones con el resto de la UE (Unión Europea), que se vieron afectadas por la posición adoptada por el gobierno del (todavía presidente José María) Aznar en la cuestión iraquí”, añadió.

Aznar y su derechista Partido Popular se aliaron sin condiciones a Washington y Londres, apoyando la invasión de Iraq, lo que les costó fuertes roces con sus socios de la UE, en especial con los dos más fuertes, Francia y Alemania.

Sauquillo, quien también preside el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL), dijo a IPS que ”los socialistas somos europeístas al cien por ciento, y queremos una Europa fuerte con una política exterior unitaria”.

La eurodiputada, quien fundó el MPDL durante los años duros de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975), agregó que desde el Parlamento regional ”hemos avisado de que se estaba produciendo una división en la política exterior europea, en gran parte atribuible a Aznar y su política”.

Por otra parte, señaló, ”América Latina es la gran Cenicienta de la UE, a pesar de las reuniones de mandatarios de los dos bloques. Tenemos que ayudar a corregir eso también, así como restablecer las buenas relaciones con el Magreb (países árabes de Africa del Norte) y en especial con Marruecos, deterioradas por la mala política de Aznar”.

Las relaciones con Marruecos llegaron a un punto de máxima tensión en julio de 2003 cuando el ministro de Defensa de Aznar, Federico Trillo, ordenó el desembarco de paracaidistas para desalojar el islote Perejil, ubicado frente a la costa septentrional de ese país árabe, en el que se habían ubicado unos policías marroquíes.

Cuando esa tensión parecía aliviarse, Trillo dijo en público, el 20 de febrero en la meridional ciudad española de Alicante: ”Me hubiera gustado haber tomado la isla Perejil hace ocho años y que nuestros pescadores pudieran pescar en aguas de Marruecos”.

España tiene pendientes con Marruecos varios asuntos: la descolonización inconclusa del Sahara Occidental (antiguo enclave español), los derechos de pesca en aguas de los mares Mediterráneo y Atlántico, y las reclamaciones de soberanía de Rabat sobre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, en territorio marroquí.

Sauquillo también señaló otra cuestión prioritaria para el próximo gobierno del PSOE: la situación de los inmigrantes.

”Se requiere un cambio cualitativo, una organización regulada, sin condenarlos de antemano. Es terrible que haya tenido que ocurrir una masacre como la que hemos sufrido para que a algunos el gobierno les reconociera que son personas”, dijo la eurodiputada.

Sauquillo se refería a medidas dispuestas por Aznar para otorgar residencia y nacionalidad a inmigrantes sin papeles, heridos o muertos en el atentado del jueves.

El miedo de los trabajadores inmigrantes a la deportación no apareció tras ese ataque con explosivos colocados en varios trenes, en el que murieron 200 personas y unas 1.500 fueron heridas, sostuvo Sauquillo.

”Bajo el gobierno del PP muchos inmigrantes no iban a los hospitales públicos por miedo a que los detuvieran y expulsaran. Eso se tiene que resolver con un cambio global de la política inmigratoria, respetando las leyes pero también a los seres humanos”, aseveró.

Pero, así como dirigentes y expertos socialistas pronostican cambios radicales en el frente exterior, otros creen que muy poco mudará de lugar.

Así opina el profesor Carlos Malamud, director del área latinoamericana del Real Instituto Elcano, una organización no gubernamental impulsada por sectores afines al PP.

”En líneas generales habrá continuidad, como la ha habido hasta ahora, incluyendo la no ruptura de la alianza con Estados Unidos”, dijo Malamud a IPS.

”Es posible que se suavicen las relaciones con Cuba y que se tornen menos intensas con el gobierno (derechista del colombiano) Alvaro Uribe”, agregó. Tampoco habrá modificaciones en la política migratoria, pronosticó.

En virtud de los rígidos controles al ingreso de extranjeros, aproximadamente un millón de personas se mantienen sin permiso de residencia ni de trabajo en España, laboran sin contratos y por lo tanto sin aportar a la seguridad social, y carecen de derechos básicos, como el salario mínimo, la indemnización por despido o las vacaciones.

José Juan Ruiz, director de estrategias para América Latina del Banco Santander, uno de los más grandes de España y con fuertes inversiones en esa región, tampoco espera grandes modificaciones.

”Las relaciones con Latinoamérica van más allá de cambios de gobierno, pues la apuesta es a medio y largo plazo y si hay que hacer una previsión, es que esas relaciones serán cada vez más fuertes”, dijo Ruiz a IPS.

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