Tras la angustia por la masacre del jueves 11 en Madrid, los españoles comienzan a percibir el nuevo escenario internacional que emergerá en abril, cuando asuma el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, triunfador en las elecciones del domingo.
El cambio prometido por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) es significativo: enfrentamiento al terrorismo internacional sin plegarse a la estrategia de Washington, fortalecimiento de la Unión Europea (UE), ofensiva de paz en Medio Oriente bajo el paraguas de la ONU y relaciones de igualdad con América Latina.
Además, Rodríguez Zapatero deberá cumplir con las promesas de conformar gobierno otorgando tantos cargos a hombres como a mujeres, de dialogar fluidamente con los nacionalismos vasco y catalán, y de llevar a cabo transformaciones sociales.
El líder y candidato del PSOE cuenta con los votos necesarios para ser designado presidente del gobierno por el Congreso de Diputados en los primeros días de abril.
La cuestión del terrorismo pasó al primer lugar de la agenda nacional el jueves 11, cuando 10 bombas explotaron casi simultáneamente en tres trenes de Madrid, matando a más de 200 personas e hiriendo a 1.500.
La lucha contra el terrorismo entrará en la órbita del Ministerio de Defensa, considerando que el fenómeno no reconoce fronteras, ha dicho el PSOE. Además, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con grandes competencias en este campo, pertenece a la cartera militar.
El futuro mandatario anunció que entregará el Ministerio de Defensa a José Bono, uno de los hombres fuertes del PSOE, presidente del gobierno de la Comunidad de Castilla-La Mancha desde hace dos décadas.
Otro nombre confirmado, para la presidencia del Congreso de los Diputados, es el de Manuel Marín, ex vicepresidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.
Marín, quien asumirá el 2 de abril, afirmó que impulsará el diálogo, el sentido del pacto y del compromiso, así como la recuperación del consenso como método de trabajo de la vida política, demanda compartida por la mayoría de los ciudadanos.
La experiencia de Marín en política internacional y sobre todo su paso por el órgano ejecutivo de la UE, permiten prever que impulsará la participación y el debate parlamentarios en política exterior.
Como diputado (2000-2004), Marín se opuso al apoyo incondicional brindado por el saliente gobierno de José María Aznar a la invasión de Iraq.
La Izquierda Unida (IU), la Izquierda Republicana de Cataluña, y la también catalana Convergencia y Unión, ven con buenos ojos la designación de Marín, lo que permite prever que Rodríguez Zapatero, quien gobernará en minoría, tendrá espacio para alcanzar acuerdos legislativos.
Otro nombramiento seguro es el de Miguel Angel Moratinos como canciller. Este y Marín marcan las áreas en las que el PSOE pondrá el acento en política exterior: la UE y Medio Oriente.
Moratinos jugó un importante papel como enviado especial del bloque europeo a Medio Oriente. Una de sus últimas actividades fue la organización en Madrid de una mesa de debate sobre el conflicto en esa región, que compartieron personalidades palestinas e israelíes.
El diplomático señaló a IPS que lo prioritario, a corto plazo, será cambiar la estrategia contra el terrorismo internacional, abandonando las guerras preventivas e impulsando un papel activo de Europa.
Eso, puntualizó, se deberá hacer respetando los valores y principios del derecho internacional y la cooperación internacional para la paz y el desarrollo de los países del Sur.
Los anticipos de la nueva política exterior española ya rechinan en Washington, que ha perdido con Aznar un aliado incondicional para sus incursiones armadas en los países que constituyen, a su juicio, una amenaza para la paz.
Pero no sólo legisladores y funcionarios del gobernante Partido Republicano reaccionaron ante el anuncio de Rodríguez Zapatero de que retirará 1.300 efectivos españoles de Iraq, si la ONU (Organización de las Naciones Unidas) no toma el control de ese país antes del 30 de junio.
También el candidato del opositor Partido Demócrata, John Kerry, que se enfrentará al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en las elecciones de noviembre, pidió al líder español que no retire sus fuerzas de Iraq.
El director de la edición española de la revista internacional Foreign Policy (Política Exterior), Andrés Ortega, dijo a IPS que no queda otro remedio que retirar las tropas españolas si la ONU no toma el control de Irak.
El experto estimó que España recreará una relación constructiva y no sometida a Estados Unidos, a la vez que romperá el equilibrio entre las llamadas nueva y vieja Europa.
La vieja Europa (Alemania y Francia, según la definición de un funcionario estadounidense) se verá fortalecida por la incorporación de España, que se separa así de la hermandad atlántica de Estados Unidos y Gran Bretaña, secundada por Italia, Portugal y otros países menores del bloque europeo.
Ortega prevé igualmente cambios en las relaciones con Marruecos -deterioradas en los últimos años- y que considera inaplazables pues en el tema terrorismo estamos viajando en el mismo barco.
Las investigaciones sobre el atentado del jueves apuntan hacia algún frente del extremismo islámico, que ya había amenazado a Madrid por su adhesión a la guerra contra Iraq. Varios de los detenidos en el caso son marroquíes.
Y fue en la ciudad marroquí de Casablanca donde meses atrás estallaron bombas destinadas a blancos españoles.
Finalmente, Ortega destacó que Moratinos tiene pericia diplomática y conoce bien el Ministerio de Asuntos Exteriores que deberá reconstruir, ya que estuvo muy abandonado en los últimos años.
En su campaña, Rodríguez Zapatero también enfocó cuestiones internas, como la reforma educativa, el acceso a la vivienda y la discriminación de género. Este jueves ratificó su decisión de que el Consejo de Ministros esté integrado por mujeres y hombres, a partes iguales.
Según fuentes socialistas, la economista y profesora María Jesús Sansegundo, de la Universidad Carlos III, se haría cargo del Ministerio de Educación y Ciencia, y Carmen Calvo, consejera (ministra) de Cultura del gobierno autónomo de Andalucía, suena para la misma cartera en el ejecutivo central.
Cristina Narbona, que en el último gobierno del PSOE (1992-1996) fue secretaria de Medio Ambiente, estaría al frente de un ministerio nuevo, el de Vivienda, para afrontar uno de los problemas más serios de los jóvenes españoles, la escasez y el encarecimiento inmobiliario.
La paridad de género en el gabinete es un muy positivo primer paso, dijo a IPS Enriqueta Chicano, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.
Lo importante es que (las mujeres designadas) no lo sean por cumplir una cuota o por aceptar ser comandadas, sino por estar bien preparadas para el cargo, y en España hay muchas que lo están, enfatizó Chicano.
Respecto de la educación, el PSOE se propone modificar la Ley de Calidad de la Enseñanza, rechazada por amplios sectores, y reformar la educación religiosa.
El traspaso del poder de manos del derechista Partido Popular al PSOE no es un lecho de rosas.
Este jueves se supo que el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, se disponía a nombrar nueve fiscales, una medida que puede determinar un condicionamiento partidario del ejercicio acusatorio.
El futuro vicepresidente, Jesús Caldera, encargado de coordinar el traspaso del poder, reclamó que las designaciones se suspendan hasta que asuma el nuevo gobierno.
La intención de Cardenal es una falta de respeto institucional a la voluntad de cambio que democráticamente ha expresado el pueblo español en las urnas, dijo la no gubernamental Jueces para la Democracia.
Si el fiscal logra imponer su criterio, añadieron los jueces, será una triste manera de finalizar un mandato negro que es necesario olvidar cuanto antes.