El programa de Certificación para la Sostenibilidad Turística (CST) de Costa Rica pone a este país centroamericano a la vanguardia del turismo ecológico y sus políticas comienzan a ganar adeptos en toda América Latina.
Costa Rica es el primer país del continente en desarrollar el programa, lo que le permite ejercer un liderazgo reconocido, dijo a Tierramérica el coordinador general del CST, Alberto Salas, del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
La CST fue destacada durante el encuentro de la Organización Mundial del Turismo, efectuado en Bahía, Brasil, el año pasado.
Tras la cita en Bahía se lanzó la iniciativa de crear una red de las Américas en turismo sustentable, que tomará a la CST como modelo. En ella intervendrán Belice, Guatemala, Costa Rica, Ecuador y Brasil, explicó Salas.
Por mandato gubernamental, los países centroamericanos ya trabajan en la instauración de este certificado. Pero el proceso aún debe consolidarse internamente.
La certificación es un programa voluntario al que se han adherido ya 50 hoteles del país, 80 por ciento de los cuales son pequeños.
La idea de certificar negocios turísticos rentables y a la vez respetuosos del ambiente y de los derechos sociales surgió en 1993 por iniciativa del ICT, el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) y la Universidad de Costa Rica.
El proceso de certificación procura un desarrollo sustentable con base en cuatro aspectos que no siempre se combinan al momento de establecer un modelo, explicó a Tierramérica Andrea Prado, del INCAE.
Ellos son el entorno físico-biológico, el uso de su planta de servicio, el cliente externo y el entorno socioeconómico.
El primero contempla la interacción de la empresa con el medio natural circundante e incluye el tratamiento de aguas residuales y la protección de la flora y la fauna.
El manejo de desechos, así como el interés que la empresa en cuestión logre despertar en sus proveedores por el cuidado del ambiente y la relación con la comunidad son aspectos determinantes para obtener el certificado.
Los hoteles reciben beneficios directos como un ahorro importante en gasto de energía y agua, un mejor manejo de residuos y una mejor relación con las comunidades, puntualizó Salas.
Cuando la empresa aspirante ha logrado cumplir en los cuatro aspectos, puede comenzar a escalar cinco grados de calidad, establecidos por estrellas, al estilo de la denominación hotelera internacional.
En Costa Rica sólo hay dos hoteles con certificación en nivel cinco, Rosa Blanca Country Inn, en Heredia, 25 kilómetros al oeste de San José, y Lapa Ríos, en la occidental Puntarenas, sobre el océano Pacífico costarricense, a 100 kilómetros de la capital.
En el nivel cuatro hay tres hoteles, 12 en el nivel tres, 18 en el dos y 13 en el uno.
Que sólo dos hoteles tengan cinco niveles dice mucho de la exigencia del programa y de los esfuerzos que los hoteles deben hacer para mejorar su puntuación, aseguró.
La falta de recursos económicos y lo novedoso del concepto atentaron al inicio contra el programa.
Y las grandes cadenas hoteleras instaladas en el país han mostrado hasta ahora poco interés en certificar sus operaciones.
Los hoteles grandes atraen segmentos de mercado que aún no se interesan por la sustentabilidad, como sí sucede con los albergues especializados en ecoturismo, explicó.
Prado, del INCAE, quien reconoció que la CST no ha avanzado con la rapidez que sus promotores esperaban.
Los requerimientos establecidos son en algunos casos muy difíciles de cumplir para los hoteles pequeños, pues exigen inversiones y grandes esfuerzos.
Pero los resultados económicos convencerán poco a poco a los empresarios de obtener la CST. Quienes son atraídos por el turismo sostenible por lo general dejan mayores ingresos que aquellos que son atraídos por el turismo de sol y playa, dijo Prado.
Los europeos son los más seducidos, así como estadounidenses y canadienses de mayor formación sociocultural, afirmó Salas.
Además, arguyó Prado, al adquirir dimensión internacional la CST logrará su fortalecimiento interno.
Sandra Jiménez, de Rainforest Alliance en Costa Rica, destacó la importancia del turismo ecológico, en el que el visitante, la empresa y la comunidad resultan beneficiados pues no se afecta el ambiente. (