Argentina suspendió desde la medianoche del miércoles la venta de energía eléctrica a Uruguay, para destinar ese recurso a su propia demanda interna en los meses del próximo invierno. El suministro argentino representa 20 por ciento del consumo local en Uruguay. La empresa estatal de electricidad uruguaya UTE sostuvo que está en condiciones de sobrellevar la situación en los próximos dos meses, sin subir las tarifas ni limitar el consumo. De momento, se encendieron dos usinas inactivas de la central de generación Batlle y se aceleraron las negociaciones para comprar energía a Brasil, informaron autoridades de UTE.