El ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner, exiliado en Brasil y requerido por la justicia de su país, cobra el sueldo de un ministro de Estado. En tanto que las víctimas de la dictadura llevan 15 años reclamando reparaciones, Stroessner disfruta de sus haberes de jubilación como general de Ejército desde 1993. Aun con sus vericuetos administrativos, el trámite resultó favorable en un poco más de dos años. Esa jubilación aumento hasta convertirse en el equivalente al sueldo de un ministro.