La ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad Alvear, respondió este lunes a las críticas surgidas en contra del gobierno por su decisión de enviar unos 300 efectivos de paz a Haití, donde una revuelta armada desalojó el domingo del poder al presidente Jean-Bertrand Aristide. La canciller dijo que mandar soldados a ese país es una "obligación y un deber". Lo que ocurrió en la isla fue un golpe de Estado y los efectivos nacionales podrían convertirse en tropas de ocupación si la salida de Aristide fue provocada por Estados Unidos y no una renuncia, como denunció el mismo ex mandatario, dijo este martes en una columna el analista político chileno Patricio Navia.
LAS CRITICAS DE NAVIA
"Al reconocer al gobierno de Boniface Alexandre y guardar silencio ante la renuncia obligada de Jean Bertrand Aristide, el gobierno chileno ha demostrado una vez más su dubitativo compromiso con la Carta Democrática Interamericana del año 2001", escribe hoy Navia.
