El flujo de importaciones de materias primas hacia China ha crecido a tal punto que congestiona puertos de todo el mundo, desde Australia hasta América, pasando por Africa occidental. En Africa, Europa y América del Sur, las terminales portuarias registran atrasos en las partidas, por el aumento de consumo del país asiático. Estos atrasos elevan los costos de las operaciones portuarias y de los productos.