La población del País Vasco se sentía aliviada el domingo por las investigaciones que indicaban cada vez más a la red terrorista islámica Al Qaeda como responsable del atentado explosivo del jueves en Madrid. El temor de muchos vascos era que si el grupo terrorista y separatista ETA, aún no descartado como autor del ataque, continuaba siendo el principal sospechoso, se agravarían las divisiones internas en la comunidad autónoma. Además, podían aumentar la hostilidad contra los vascos en el resto de España, como ocurrió en los años 70 y 80, cuando los ataques de ETA mataban decenas de personas por año.