"El G-7 (Grupo de los Siete, conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) tiene que aceptar que no hay plata para salvar bonistas privados", dijo el ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, en referencia a los acreedores privados que compraron bonos del Estado argentino. "Las reglas de juego las cambió la comunidad financiera internacional y no la Argentina", subrayó. Agregó que la reestructuración de la deuda que lleva adelante el país "es distinta a las de los '90, donde se conseguía plata pública para pagar a privados". Argentina negocia con los tenedores de bonos el pago de su deuda, congelado desde diciembre de 2001, bajo una propuesta de quita de hasta 75 por ciento de los montos