El ministro del Interior de Argentina, Aníbal Fernández, reconoció este jueves que la situación energética es "delicada", y aseguró que el gobierno "no mira de costado" los inconvenientes que podrían surgir en torno al tema. El gobierno "está abocado a ver cómo recompone" la situación energética, que sufre por la falta de inversiones de los últimos años, aseguró el ministro. Sus declaraciones marcan un punto de inflexión en el análisis público que el oficialismo hacía de la cuestión. Hasta ahora, todos los funcionarios aseguraban que, a pesar de los problemas, la situación estaba controlada.