Tras haber sellado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el gobierno argentino comenzó a dar pasos concretos para avanzar en la negociación con los acreedores de la deuda en default. En primer lugar fijó un cronograma preciso para empezar a dialogar con los bonistas, a partir del 22 de este mes en Buenos Aires. De todos modos, tanto el presidente Néstor Kirchner como sus principales colaboradores remarcaron que no se aceptarán modificaciones ni "contrapropuestas" a la oferta inicial, que incluye una quita de 75 por ciento sobre los 81.200 millones de dólares de bonos impagos desde diciembre de 2001.