POLITICA-GRECIA: Todo queda en las familias

Grecia avanza hacia una encarnizada competencia electoral, y los posibles triunfadores cargan con los apellidos más tradicionales de esta ”democracia hereditaria”: Papandreou o Karamanlis.

La batalla entre las dos dinastías políticas se renovó el fin de semana, cuando el primer ministro Costas Simitis cedió, tras ocho años de gobierno, el liderazgo del Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) al canciller George Papandreou.

El ministro, llamado ”Papandreou tercero” por ser nieto e hijo de anteriores jefes de gobierno, competirá con Costas Karamanlis, ”el segundo”, sobrino de un venerado ex primer ministro que luego se convirtió en presidente.

El resultado de las elecciones del 7 de marzo podría afectar las relaciones con Turquía —tradicional vecino y adversario, aunque ser aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)—, así como la estabilidad en general del área del mar Mediterráneo.

Simitis se despidió luego de que una encuesta indicara que el Pasok estaba nueve puntos porcentuales por debajo del opositor Nueva Democracia (NP), de Karamanlis, en las intenciones de voto.

El primer ministro ganó popularidad con el ingreso de Grecia a la zona del euro, el acuerdo para el acceso de Chipre a la Unión Europea y la organización de los Juegos Olímpicos en Atenas previstos para este año..

Pero el Pasok es considerado por cada vez más griegos el responsable de muchos males que sufre el país, como el desempleo y los problemas educativos y de salud pública.

Sin embargo, la situación cambió con la entrada de Papandreou. Las encuestas todavía dan al NP como ganador frente al Pasok, pero la distancia entre ambos se redujo a cinco puntos porcentuales.

Papandreou recibió el liderazgo del partido fundado por su padre Andreas, y, a pesar de las encuestas, es visto por muchos analistas como el candidato a primer ministro con mejores posibilidades.

Algunas proyecciones indican que obtendría 38,3 por ciento de los votos ante 36,9 por ciento de Karamanlis.

Pero el candidato todavía debe convencer al electorado que puede manejar los asuntos que más preocupan a los griegos: la pobreza, la delincuencia y un desempleo que afecta a nueve por ciento de la población económicamente activa.

Cualquiera sea el ganador en marzo, la política griega experimentará un gran cambio. El próximo primer ministro será el más joven que haya tenido el país. Papandreou tiene 51 años y Karamanlis 48. Ambos entienden que se necesitan profundas reformas políticas.

Encuestas recientes indican que apenas 20 por ciento de los griegos confían en los partidos políticos.

El sistema de partidos vigente tras la caída de la última dictadura militar en 1974 ”está pasando una crisis. Se convirtió en un aparato burocrático que no está dispuesto ni es capaz de responder a las demandas sociales a través de un plan coherente”, dijo el analista Stavros Lygeros, del periódico Kathimerini.

Papandreou ya inició una suerte de revolución política. Luego de ser designado líder del Pasok por Simitis y por el aparato partidario, procuró la aprobación de los 140.000 afiliados del movimiento y de un millón de otros simpatizantes.

El dirigente convocó así los primeros pasos hacia una ”democracia participativa” y hacia un ”nuevo ethos”. Pero, para sus críticos, Papandreou lanzó un ”culto de la personalidad” y minimizó las posibilidades de ser controlado por los mecanismos internos del partido.

El ex primer ministro conservador Constantino Mitsotakis calificó el procedimiento aplicado por Papandreou de ”estalinista” y lo comparó con prácticas de ”regímenes de Medio Oriente”.

Pero el NP lleva la delantera porque el electorado ”quiere probar un nuevo equipo, aunque sea inexperiente, para sacarse de encima al viejo”, según el columnista John Psaropoulos.

”El señor Papandreou debe, en efecto, comportarse como un opositor a los viejos elementos de su propio partido. Cuanto más lo haga, más voto le restará a NP”, consideró Psaropoulos.

En ese sentido, Papandreou eliminó de las listas de votación a 10 diputados de Pasok, entre ellos un viceministro, al hallarlos involucrados en una legislación diseñada para beneficiar a un empresario de bienes raíces.

Karamanlis ya apunta al desempleo, las denuncias de corrupción y la pesada burocracia como puntos centrales de su campaña electoral. Además, promete modernizar el sistema de salud para tornarlo accesible a toda la población.

Por su parte, Papandreou propone recortar impuestos y reformar el Estado, así como mejorar la educación, atender los problemas de las mujeres y reducir los gastos de defensa.

La eventual victoria de Papandreou es vista como la continuidad del diálogo con Turquía y el cese de las disputas fronterizas con ese país.. Karamanlis es considerado más nacionalista.

Y la próxima generación de la ”democracia hereditaria” ya está en carrera. La hija de Mitotakis, Dora Bakoyannis, es alcaldesa de Atenas, y su hijo Kyriakos afronta hoy su primera candidatura al parlamento. (

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