La importancia del voto de los inmigrantes de origen mexicano en Estados Unidos creció como espuma en los últimos 10 años, y pesa mucho en las elecciones presidenciales en ese país, pero también puede pesar en las de México.
De los 38,8 millones de personas con raíces en América Latina que viven en Estados Unidos, 25,4 millones son de origen mexicano. De ellos, 9,9 millones nacieron en México.
En las elecciones presidenciales estadounidenses de 2000, cuando fue electo el actual presidente George W. Bush, unos 7,5 millones de los llamados "latinos" se registraron para votar, y 5,9 millones finalmente lo hicieron.
·Eso determina que los migrantes mexicanos sean "un imán para muchos políticos de México y Estados Unidos, por su creciente influencia y poder político", dijo a IPS el investigador Fabián Cáceres, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Bush y un grupo de legisladores presentaron en enero sendas iniciativas para regularizar la situación de los inmigrantes y otorgarles beneficios especiales, lo que observadores vincularon al interés por captar votos "latinos" en las elecciones presidenciales de noviembre.
El gobierno mexicano inició el mismo mes una serie de consultas con miras a preparar un proyecto de ley que permita el voto de emigrantes desde Estados Unidos en las próximas elecciones presidenciales que se realizarán en 2006.
Si ese proyecto prospera, los electores que no viven en México podrían ser de 15 a 20 por ciento del total de votantes.
Funcionarios del gobierno mexicano realizaron a fines de enero un recorrido por 10 ciudades de Estados Unidos con alta población inmigrante para promover esa iniciativa, y mantuvieron reuniones con las organizaciones que representan a la comunidad con raíces en México.
El posible voto en México de emigrantes desde el extranjero comenzó a discutirse en 1998, cuando el estatal Instituto Federal Electoral designó una comisión para estudiar el tema.
Hoy, el gobierno y los legisladores afirman estar listos para preparar un proyecto de ley al respecto, que estaría redactado a mediados de año, a más tardar.
Durante los años 90, la población de origen latinoamericano en edad de votar aumentó 25 por ciento en Estados Unidos, hasta llegar a más de 20 millones.
Según el "Almanaque de la política latina 2002-2004", auspiciado por la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados de Estados Unidos, en cada uno de los estados de ese país hay comunidades latinas que ejercen creciente influencia política.
No fue casualidad que Bush hablara español en parte de la campaña política que lo llevó a ganar la presidencia por el Partido Republicano en 2000. Lo mismo hacen ahora varios de los precandidatos que aspiran a la postulación presidencial del Partido Demócrata.
El presidente y los dos grandes partidos estadounidenses lanzaron en enero planes para regularizar la actividad laboral de millones de inmigrantes que no tienen sus documentos en regla, y hacer menos peligroso el ingreso y trabajo de extranjeros en Estados Unidos.
Las propuestas fueron recibidas en México con aplausos, pero también con cierto escepticismo, por quienes las consideraron meras promesas de campaña electoral.
"Está por verse si efectivamente los proyectos sobre migración aterrizan en hechos concretos. o si quedan atrapados en la feria de ofertas electorales", señaló Cáceres.
Las próximas elecciones presidenciales mexicanas están aún lejos, pero los periplos de líderes políticos locales a Estados Unidos se multiplican. En esos viajes, la prioridad es mantener reuniones con grupos de migrantes.
"Los migrantes llegarán a estar en el fiel de la balanza en el futuro político de México y de Estados Unidos, eso ya nadie lo niega", sostuvo el investigador de la UNAM.
El número de mexicanos de nacimiento en Estados Unidos creció más de 100 por ciento en la última década, de 4,3 a 9,9 millones en el periodo 1993-2003, según cálculos de la Oficina de Censos de ese país.
Esos casi 10 millones son potenciales votantes de la próxima elección presidencial en México.
Actualmente, la mitad de los mexicanos de nacimiento que viven en Estados Unidos no cuentan con documentos de residencia, y la mayoría de ellos trabajan en el campo, en fábricas y en el sector de la construcción.
En 2003, los emigrantes mexicanos, que en su gran mayoría residen en Estados Unidos, enviaron a su país de origen remesas que sumaron la cifra sin precedentes de 12.038 millones de dólares, la más alta que recibe por ese concepto cualquier país en el mundo.
"Los inmigrantes, que antes eran despreciados y minimizados, ocupan hoy las primeras planas y ningún político medianamente enterado puede dejar de verlo, tanto en Estados Unidos como en México", apuntó Cáceres.