La cumbre del Grupo de los 15, integrado por 19 países de Asia, Africa, América Latina y el Caribe, renovó en la capital de Venezuela su reclamo de diálogo con el Norte industrial y se propuso adoptar un programa de cooperación energética propio.
El grupo, creado en 1989 por el Movimiento de Países No Alineados para promover la cooperación Sur-Sur, está integrado por Argelia, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Egipto, India, Indonesia, Irán, Jamaica, Kenia, Malasia, México, Nigeria, Perú, Sri Lanka, Senegal, Venezuela y Zimbabwe.
Nuestros países se comprometen a continuar con los esfuerzos por mejorar la interacción y fortalecer el entendimiento mutuo con los países desarrollados (…), sobre la base de una agenda común acordada, dice el comunicado final de la cumbre concluida este sábado en Venezuela.
La declaración destaca explícitamente el diálogo con el Grupo de los Ocho, que reúne a las naciones más industrializada.
A la cita de Caracas asistieron los mandatarios Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Alvaro Uribe, de Colombia, Mohammed Jatami, de Irán, Percival Patterson, de Jamaica, Robert Mugabe, de Zimbabwe, y el anfitrión, Hugo Chávez.
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Los restantes países fueron representados por cancilleres u otros enviados de los gobiernos, incluido el presidente del Consejo de la Nación (senado) argelino, Abdelkader Bensalah, quien recibió en nombre de su país la presidencia rotativa del Grupo de los 15.
La cumbre de Caracas fue aprovechada el viernes por la oposición venezolana para organizar una marcha de miles de personas que reclamaron a las autoridades electorales la convocatoria, sin dilaciones que juzgan ilegales, de un referendo con el que esperan revocar este año el mandato de Chávez, cuya finalización está prevista para 2007.
La Guardia Nacional (policía militarizada) reprimió las vanguardias de la demostración cuando traspasaron el perímetro de seguridad a unos cientos de metros de la sede la cumbre, y varios sectores de la ciudad fueron sacudidos por disturbios.
La violencia callejera dejó un saldo de dos personas muertas y 47 heridas. La oposición culpa al gobierno y éste a las policías dirigidas por alcaldes opositores.
Este sábado, en una ciudad tranquila, los mandatarios concluyeron sus trabajos y adoptaron el comunicado cuyo borrador prepararon los representantes de sus gobiernos ante los organismos de las Naciones Unidas que funcionan en Ginebra.
El texto da pleno apoyo al reclamo del Sur en desarrollo para que se cumpla el programa adoptado por la Organización Mundial de Comercio en Doha (2001), y en particular a colocar el desarrollo en la vanguardia en las negociaciones comerciales internacionales.
La agricultura se ubica en el centro de las negociaciones, destaca el texto, al tiempo que reclama mejoras sustantivas con respecto al acceso al mercado, reducciones de todo tipo de subsidio a la exportación, así como un trato especial y diferenciado para los países en desarrollo.
La declaración reitera las tesis del Sur sobre la necesidad de más recursos para el desarrollo sustentable y pide a las instituciones financieras internacionales espacio político para la adaptación de sus necesidades de desarrollo.
También solicita a la comunidad internacional recursos financieros, técnicos y tecnológicos adicionales para que los países en desarrollo accedan a medicamentos básicos, servicios de inmunización, vacunas seguras y tecnologías médicas avanzadas con las cuales combatir el sida, la malaria y la tuberculosis.
En cuanto a la cooperación Sur-Sur, los mandatarios produjeron una Declaración sobre Energía y Desarrollo, que incluye un compromiso con el diseño, creación y ejecución de programas y proyectos de cooperación y colaboración, con prioridad al intercambio de bienes y servicios energéticos, así como de recursos humanos, e inversiones conjuntas.
Venezuela será sede este año de una reunión de ministros de Energía de los 15, consagrada a ese tema, en preparación de la próxima cumbre del grupo, a realizarse el año próximo en Argel.
Otras iniciativas fueron bosquejadas o apenas enunciadas, en particular por el presidente Chávez, quien puso sobre la mesa las recomendaciones de la Comisión del Sur que hace 15 años dirigió el líder tanzanio Julius Nyerere.
Chávez propuso avanzar en la Universidad del Sur, y a modo de ejemplo dijo: Podríamos nosotros enviar 100 jóvenes a prepararse en nuevas tecnologías en India, o comenzar con un programa de becas de 200 dólares mensuales para grupos de estudiantes latinoamericanos.
También pidió que se estudie la creación del Banco del Sur, e incluso de una Televisión del Sur, que sería una red de estaciones para transmitir nuestros puntos de vista, para empezar en castellano, inglés, portugués y árabe.
