El presidente de Chile, Ricardo Lagos, respondió de modo categórico la arremetida internacional de La Paz respecto de sus pretensiones por los derechos sobre las aguas del Silala, procedentes de territorio boliviano y considerado un manantial por ese país y un río por los chilenos. Lagos declaró que, si los peritajes internacionales determinan que el afluente es precisamente un río internacional, no hay obligación de pagar por el uso de sus aguas. Confirmó así el peritaje al que será sometido el afluente. De paso, Lagos desmintió al vicecanciller de Bolivia, Jorge Gumucio, quien dijera que había acuerdo para que empresas chilenas que explotan el caudal paguen por su consumo.