El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que "no hay crisis política" en Brasil a causa del escándalo por corrupción que salpica a su gobierno y ha aconsejado a los brasileños que jueguen al bingo en sus casas o en la iglesia, en relación a su reciente decreto que prohibe el funcionamiento de esos locales de juego. "Todo lo que sea denuncia en este gobierno va a ser investigado. Nadie puede imaginar que una denuncia cualquiera cause crisis política en Brasil. Este país es muy sólido. Este país tiene instituciones democráticas muy fuertes", dijo Lula este martes en su programa de radio "Café con el Presidente". También aseguró que está "muy tranquilo" y que su gobierno, al contrario de lo que dice la oposición, no ha quedado paralizado por las denuncias de tráfico de influencias y donaciones ilegales de capitalistas del juego para la campaña electoral de 2002 de su Partido de los Trabajadores.