Las autoridades brasileñas celebraron la confirmación de las cuantiosas reservas de gas natural encontradas en la llamada cuenca de Santos, que abarca la plataforma submarina de los meridionales estados de Sao Paulo y de Río de Janeiro. El hallazgo, que puede llegar a los 50 billones de pies cúbicos, puede cambiar la estructura económica del país y genera perspectivas de crecimiento para los próximos 10 o 20 años, pues duplica el volumen garantizado por Bolivia en el acuerdo bilateral que llevó a la construcción del gasoducto a fines de los años 90.