El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Koehler, le transmitió el lunes personalmente al ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, el duro mensaje emitido por el Grupo de los Siete países más ricos, en la reunión del fin de semana pasado en el sudoriental estado estadounidense de Florida, en el que se insta al país sudamericano a negociar con los acreedores privados de buena fe. Al término de la reunión, Lavagna reconoció que la negociación de la deuda es el tema que queda por resolver para que la segunda revisión del acuerdo con el FMI sea aprobado, lo cual implica el desembolso de 1.500 millones de dólares. Añadió, sin embargo, que le había recordado a Koehler que "hay un principio en toda la legislación del mundo occidental que refleja un poco lo que el presidente Néstor Kirchner dijo muchas veces, y es que quien promete lo que no puede cumplir actúa de mala fe".
