Analista económicos entienden que el gobierno de Argentina debe escuchar la advertencia de que es necesario iniciar "un diálogo constructivo y de buena fe con el conjunto de los acreedores", realizada el miércoles por el director francés del Tesor, Jean-Pierre Jouyet, en nombre del Grupos de los Siete (G-7) países más ricos. El G-7 está presionando a Buenos Aires para que flexibilice su oferta de una quita de 75 por ciento para el canje de bonos argentinos por 88.000 millones de dólares, declarados en cesación de pagos a fines de 2001. Las diferencias que estas naciones mostraron dentro del Fondo Monetario Internacional a la hora de aprobar la primera revisión del acuerdo con Argentina, la semana pasada, esta vez parecen haberse diluido, añadieron al destacar el peso del bloque del Norte industrializado.