El gobierno de Argentina dispuso suspender las expulsiones de todos los extranjeros procedentes de naciones limítrofes que carezcan de la documentación requerida para residir en el país, en función, según indicaron sus portavoces, del "proceso de integración avanzado" que existen en la región. La Dirección Nacional de Migraciones informó que la decisión alcanzará a unos 750.000 inmigrantes de Chile, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. La medida se anticipa a la nueva ley de Migraciones ya promulgada y en proceso de reglamentación, que establece ese beneficio y otros a los ciudadanos del Mercosur, Bolivia y Chile y a acuerdos en proceso con Perú.