Representantes de Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá se reunirán en la capital costarricense del 31 de marzo al 2 de abril, para poner en marcha el Corredor Biológico Marino del Pacífico, iniciativa lanzada en 2002 pero que aún no ha concretado sus líneas de acción.
El programa conjunto, presentado originalmente durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, busca facilitar las políticas de administración de las islas Galápagos (Ecuador), el Coco (Costa Rica), Malpelo y Gorgona (Colombia) y Coiba (Panamá).
Lo que se pretende con la reunión es lograr que se especifiquen las líneas de acción. Es decir: aterrizar el proyecto para que el Corredor Biológico del Pacífico empiece a funcionar, afirmó el biólogo Jorge Rodríguez, coordinador del Area de Conservación de la isla del Coco y uno de los organizadores del encuentro.
La idea del Corredor Biológico es una visión hermosa e interesante, pero hay que establecer objetivos reales a corto, mediano y largo plazo, sostuvo el jefe de Proceso de Conservación Marina del Parque Nacional Galápagos, Mario Piú.
El viceministro del Ambiente de Colombia, Juan Pablo Bonilla, manifestó que el funcionamiento del Corredor requerirá voluntad de organizaciones públicas y no gubernamentales, así como participación de la comunidad científica.
Un corredor biológico es un espacio natural interconectado por ecosistemas que propician la migración de las especies de un hábitat a otro y que posee una abundante riqueza en cuanto a diversidad, explicó Rodríguez.
En el área del Corredor Biológico Marino del Pacífico se halla un alto grado de interconexión ecológica y complejas condiciones oceanográficas entre las que se destaca la convergencia de grandes corrientes marinas, como la de Humboldt, según los expertos.
Aves marinas, ballenas, tortugas, tiburones, atunes y otros exponentes de una rica biodiversidad son parte de los tesoros que se cuidarán por medio del corredor, que inicialmente involucraba sólo a Costa Rica y Ecuador, pero que luego se amplió dado el interés de Colombia y Panamá..
El área también posee lagos, humedales y arrecifes, muchos de ellos amenazados actualmente por la explotación indiscriminada de recursos naturales.
Este corredor es el primero en su género del mundo, y eso contribuyó a que despertara el interés internacional de políticos y científicos.
A la cita en Costa Rica asistirán especialistas, miembros de organizaciones ambientalistas y científicas como Fundación Internacional, la Fundación Charles Darwin, Conservación Internacional, Mar Viva y el Instituto Internacional Oceanográfico y los ministros del ambiente de los cuatro países que participan de la propuesta.
Hasta ahora la iniciativa se ha centrado en buscar financiación, pero no ha establecido líneas concretas, y éste es el propósito del encuentro, expresó Rodríguez.
La creación de dos comisiones regionales, una de carácter institucional-político y otra de índole técnica, que contribuyan al establecimiento de las pautas a seguir, son otros de los objetivos.
La agencia ejecutora del corredor es la Oficina Regional para América Latina y El Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), encargado de gestionar los recursos en el ámbito financiero.
Cálculos preliminares indicaron que para trabajar en los distintos proyectos durante los primeros 18 meses se necesitarían por lo menos 900 mil dólares.
En la actualidad, el corredor cuenta con el respaldo de tres millones de dólares procedentes de la financiación de Conservación Internacional y del PNUMA, detalló Rodríguez.
El proyecto permitirá consolidar el desarrollo sostenible en las islas, contribuirá a conservar la diversidad biológica, facilitará un mejor uso de los recursos marinos y permitirá impulsar espacios de coordinación entre los diferentes entes, pronosticó.
El intercambio de experiencias, información y metodologías aplicadas en la investigación a las islas que conforman el corredor forma parte de los aportes que activará la iniciativa.
El propósito es que se creen alianzas para proteger y estudiar el recurso marino. Muchas de las especies del corredor son migratorias, por lo que en realidad no pretendemos definir territorios, sino más bien ampliarlos con base en un concepto de desarrollo sostenible, precisó Rodríguez.
Piú también destacó que el corredor facilitará el intercambio de experiencias, y apuntó que convendría elaborar reglamentos comunes para el manejo de las áreas marinas protegidas.
La experiencia de manejo de Galápagos puede ser transmitida a las otras islas, y a su vez es posible establecer estrategias comunes de manejo, políticas, normas y reglamentos, afirmó.
Según Piú, las Galápagos tienen condiciones geofísicas de un elevado endemismo (abundancia de especies propias), una alta biodiversidad y una administración del desarrollo sostenible que es un ejemplo para el mundo.
El archipiélago, formado por 13 grandes islas, seis pequeñas y 40 islotes, es nuevo geológicamente, por lo que es un ejemplo de la formación de nueva tierra, resaltó.
En ese archipiélago se han identificado más de 300 especies de peces.
Bonilla destacó que a las islas del corredor las une un patrimonio natural enriquecido por la presencia de corrientes marinas dinámicas, atmosféricas y geológicas, pero también alertó sobre el peligro compartido de la polución marina.
Hay un sobreaprovechamiento y un inadecuado manejo de los recursos pesqueros, y un deficiente manejo de las actividades turísticas, sostuvo.
Sobre la Isla de Malpelo, Bonilla alegó que es un punto de confluencia de varias corrientes importantes en el Pacífico.
Alberga las más importantes formaciones coralinas del Pacífico colombiano, junto a gran cantidad de animales marinos asociados, tales como estrellas de mar (dos endémicas), peces ángel, morenas, mantarrayas y tiburones ballena Es lugar de anidación de aves marinas, como dos especies de piqueros, las tijeretas de mar y la tropical de pico rojo, y es visitada por 12 especies más, enumeró.
La isla del Coco, en la que ya se realizan trabajos de investigación marina como parte de lo que será el corredor y que cuenta con dos millones de dólares de financiación, es famosa por su riqueza natural y por la leyenda de un tesoro, que ha seducido en siglo y medio a unos 300 expedicionarios.
El historiador costarricense Raúl Arias sostiene que en la isla están enterradas 24 cajas de oro de trescientas libras cada una, robadas de la catedral de Lima el 19 de octubre de 1820.
En 1997, la isla fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
* Con aportes de María Isabel García (Colombia) y Diego Torres (Ecuador). (