– La visita a Cuba del patriarca ecuménico Bartolomeo I, líder espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos griegos en el mundo, permitirá ampliar el mosaico religioso de la isla, conformado por el catolicismo, decenas de iglesias evangélicas y expresiones de origen africano.
Uno de los primeros efectos positivos apunta a enmendar el desconocimiento de la Iglesia Ortodoxa, que en Cuba tiene una feligresía de 2.000 personas, fundamentalmente de origen eslavo, según el pastor bautista Raúl Suárez.
También será una manera de ampliar nuestra base bíblica, dijo Suárez, quien consideró que la reactivación de la Iglesia Griega Ortodoxa en Cuba es importante para el movimiento ecuménico.
El plato fuerte de la agenda de Bartolomeo, quien llegó a Cuba el miércoles, será la consagración este domingo de la catedral de San Nicolás de Mira en La Habana.
Costeado por el gobierno de Fidel Castro como ofrenda del pueblo cubano, el pequeño templo de estilo bizantino se levanta en el patio de la antigua Basílica de San Francisco de Asís, en el centro histórico de La Habana Vieja.
Según algunos especialistas, la Iglesia Ortodoxa Griega habría perdido sus lugares de culto por abandono y uno de ellos fue ocupado la iglesia rusa, que ahora estaría negociando también su propio templo.
Bartolomeo I es líder jurisdiccional de la Iglesia Griega Ortodoxa en Cuba, América del Norte y América del Sur, y en la mayoría de los países del mundo. En 2002 fue galardonado en Noruega con el premio Sofía en reconocimiento a su labor en defensa del ambiente.
El grave problema ecológico de la humanidad lo sufren todas las personas, alertó el religioso el jueves, durante una conferencia dedicada a un auditorio encabezado por Castro.
Enrique López Oliva, antiguo profesor de historia de las religiones, cree ver en la invitación personal de Castro a Bartolomeo un reconocimiento a su papel a favor de la paz, el ambiente y la reconciliación.
Hay bastantes coincidencias entre ambos, señaló el estudioso, para quien el cristianismo ortodoxo ha desempeñado un papel muy importante en el Consejo Mundial de Iglesias, desde que esta institución fue fundada en 1948.
Asimismo, han sido relevantes sus esfuerzos en el diálogo entre los credos cristianos, en particular con la Iglesia Católica, abundó López Oliva.
Bartolomeo, la personalidad religiosa más importante que viaja a este país después del Papa Juan Pablo II en 1998, se reunió quince minutos este viernes con el cardenal cubano Jaime Ortega.
Ambos prelados se dieron cita en un hotel de La Habana y tuvieron conversaciones calificadas de muy cordiales, sin tensión y muy amigables, dijo el portavoz ortodoxo Benjamín Leaventworth.
Lo más importante fue que Ortega y Bartolomeo pudieron conversar y conocerse. Ese siempre es el primer punto de diálogo, concluyó.
La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba calificó el encuentro de expresión del espíritu ecuménico que anima a ambas iglesias cristianas, y reportó que Ortega fue invitado por el líder de la ortodoxia griega a visitar Estambul.
En una de sus últimas entrevistas, el cardenal Ortega se quejó nuevamente de la falta de acceso a la prensa y al sistema de enseñanza. En Cuba ya no hay escuela católica (…) Publicamos nuestros documentos, pero no tenemos ningún eco en los medios de comunicación, dijo.
Además de la Iglesia Católica, en Cuba existen más de 50 confesiones evangélicas registradas y reconocidas por el Estado y cerca 80, en su mayoría pentecostales, que funcionan sin reconocimiento legal.
El cuadro incluye también expresiones de origen africano como la Regla de Ocha o Santería, bastante arraigadas en la población de 11,2 millones de habitantes.
La visita de Bartolomeo I enriquece y amplía el campo religioso y aleja aún más a Cuba del ateísmo, señaló López Oliva, quien dijo notar mayor tolerancia de las autoridades en esta materia.
Pese a que integrantes de la comitiva del dignatario ortodoxo definieron la visita como ecuménica y apolítica, sectores disidentes mantienen la esperanza de una mediación que beneficie al menos a algunos de los presos por motivos políticos.
Es una ocasión propicia para un gesto de las autoridades parecido al que tuvieron con el Papa Juan Pablo, dijo Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, sin estatus legal en el país.
El activista recordó que luego de la visita del Juan Pablo, el gobierno cubano dejó en libertad a más de 100 prisioneros de conciencia.
Varios opositores tendrán ocasión de hacer llegar sus inquietudes al prelado ortodoxo durante una recepción prevista para este sábado en la residencia de James Cason, jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba.
El convite es ofrecido por Cason en honor a Bartolomeo I, el arzobispo estadounidense Demetrius y la comunidad griego-americana que acompaña al religioso.
También está invitada parte de la sociedad civil cubana que no participa en actividades oficiales, dijeron a IPS fuentes que no quisieron identificarse.
En varias decenas de peregrinos que viajaron a La Habana, se encuentra una delegación del Consejo de Iglesias de Estados Unidos, encabezada por su secretario general, el reverendo Bob Edgar.
Bartolomeo I nació el 29 de febrero de 1940, en la aldea Aghioi Theodoroi de la isla Egea de Imvros, Turquía. Como patriarca ecuménico es el 270 sucesor del apóstol Andrés y líder espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos en el mundo.
En su biografía oficial se destaca además que desde su ascenso al trono ecuménico el 2 de noviembre de 1991, ha preconizado la unidad ortodoxa, la conciliación cristiana y la tolerancia interreligiosa así como la protección del ambiente y un mundo en paz, justicia, solidaridad y amor.