Las calles de esta aldea costera del estado de Kerala, en el sur de India, están flanqueadas por banderas iraquíes y carteles con loas al ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Saddam Beach se encuentra en el distrito de Malappuram, de población mayoritariamente islámica sunita, igual que el derrocado régimen iraquí. Muchos de sus jóvenes van a trabajar a países árabes ricos en petróleo.
El sentimiento antiestadounidense explotó este mes en Saddam Beach a raíz de una conferencia sobre el feminismo y el Islam patrocinada por el consulado de Estados Unidos en el vecino distrito de Kozhikode.
No entiendo por qué el consulado estadounidense organiza un taller sobre el Islam en Kerala. Debería organizar talleres sobre por qué Washington masacró a cientos de mujeres y niños en Iraq, Afganistán y otros países, dijo P. Koya, líder del Frente Democrático Nacional, un grupo islámico de Kerala que fue invitado a asistir a las charlas.
Seguidores de Koya y activistas de la Federación de Estudiantes Sunitas se manifestaron fuera del sitio de la conferencia y gritaron consignas contra lo que denominaron imperialismo estadounidense.
Según Koya, las organizaciones islámicas no permitirán que el consulado de Estados Unidos realice más talleres en Kerala. La administración estadounidense quiere conquistar nuestro apoyo para sus políticas antiislámicas, pero nosotros continuaremos glorificando a Saddam Hussein, advirtió.
El seminario, dirigido por la académica estadounidense Margot Badran, formó parte de una serie de charlas organizadas en varias ciudades de India desde la primera semana de diciembre, explicó un funcionario del consulado, establecido en la oriental ciudad de Chennai (ex Madrás).
Margot Badran fue invitada a dar charlas en varios centros educativos islámicos, incluso la Universidad Musulmana de Aligarh, la Universidad Osmania, en Hyderabad, la Junta de Madrasas de Bhopal y el Instituto de Estudios Objetivos, de Mumbai (ex Bombay). Aunque sus charlas generaron diversas respuestas, sólo en Kerala suscitaron controversia, dijo el funcionario.
El representante explicó que Badran está casada con un egipcio y habla de los derechos femeninos desde una perspectiva islámica, como académica independiente, y que no forma parte del gobierno estadounidense ni defiende la política exterior de su país.
El funcionario lamentó que las protestas impidan un auténtico debate sobre los derechos de las mujeres.
Sin embargo, muchos observadores consideraron natural que organizaciones musulmanas hayan aprovechado la oportunidad de manifestar resentimiento por la política de Estados Unidos en los países del Golfo.
Kerala está separada del Golfo por el mar de Arabia, y siempre ha tenido estrechos vínculos con los países de esa región.
En las últimas décadas, los antiguos lazos comerciales se fortalecieron a medida que millones de trabajadores de los distritos del norte del estado, de mayoría musulmana, emigraron hacia Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Arabes Unidos.
La economía de Kerala depende en gran medida de las remesas de esos trabajadores, y se vio muy afectada cuando estalló la primera guerra del Golfo, en 1991, porque muchos de ellos volvieron, huyendo del conflicto.
La invasión de Iraq en marzo de 2003 por Estados Unidos no afectó la economía del estado, pero ofendió el sentimiento popular.
Poco después de la captura de Saddam Hussein por fuerzas estadounidenses, el 13 de diciembre, el ministro jefe de Kerala, A.K. Antony, escribió una carta al primer ministro Atal Bihari Vajpayee solicitándole que reclamara a Estados Unidos un trato humano para su prisionero.
Saddam era el jefe de un estado y su caso debería ser tratado de acuerdo con las normas internacionales, escribió Antony.
Cabe recordar que Estados Unidos acusó a Iraq de poseer armas de destrucción masiva, pero no encontró ninguna. En este contexto, Saddam debe recibir justicia, como cualquier otro individuo, exhortó el ministro jefe.
Antony fue uno de varios políticos indios que condenaron la invasión de Iraq. Aunque el gobierno del derechista Partido Bharatiya Janata (BJP) ha cultivado buenas relaciones con Washington, el parlamento aprobó una resolución de condena a la invasión militar.
Pero en ninguna otra parte de India las protestas han sido tan fuertes como en el distrito de Malappuram, que ahora declaró un boicot a todos los bienes de consumo de Estados Unidos y Gran Bretaña, en protesta por la ocupación de Iraq y la captura de su antiguo líder.
La juventud de la Liga Musulmana de la Unión India (IUML), socio de la coalición de gobierno en Kerala, anunció que las protestas antiestadounidenses continuarán en todo Malappuram hasta que las fuerzas ocupadoras se retiren de Iraq.
Miles de personas de estas aldeas están trabajando en varios países del Golfo. Muchos de ellos están perdiendo su trabajo, y la causa es la ocupación de Iraq, manifestó Razak Chekalil, de la IUML.
Malappuram tiene una historia de luchas antiimperialistas y fue el sitio de la rebelión Moplah contra el dominio colonial británico en 1921, en que cientos de civiles fueron masacrados por tropas armadas con metralletas. (