INDIA-PAKISTAN: Cumbre disipa borrasca nuclear

El temor a una guerra atómica entre India y Pakistán, que se cernía sobre Asia meridional desde que los dos países iniciaron ensayos nucleares en 1998, comenzó a disiparse este martes en Islamabad.

El primer ministro indio Atal Bihari Vajpayee y el presidente pakistaní Pervez Musharraf acordaron iniciar en febrero un proceso de diálogo bilateral sobre la disputada provincia de Cachemira, según se informó oficialmente este martes.

Este avance, luego de cinco años de fracasados intentos de diálogo signados por una guerra fronteriza en 1999 y una gran tensión militar en 2001, se produjo de forma inesperada en el cierre de la cumbre de la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC), en la capital pakistaní.

”Los dos líderes (que se reunieron el lunes en Islamabad) acordaron iniciar un diálogo constructivo para promover el progreso hacia los objetivos comunes de la paz, la seguridad y el desarrollo económico de nuestros pueblos y las futuras generaciones”, dice el comunicado conjunto divulgado al fin del encuentro.

”Es bueno que las relaciones entre los dos países mejoren, porque se aleja la posibilidad de una guerra nuclear”, sostuvo el analista indio Achin Vanaik, cofundador del Movimiento de India para el Desarme Nuclear y del grupo Asiáticos del Sur Contra las Armas Atómicas.

Lo más importante de la cumbre del SAARC fue que los países miembro firmaron un acuerdo de libre comercio que vinculará más a las dos potencias nucleares de la región, dijo Vanaik a IPS.

La SAARC está integrada además por Bangladesh, Bhután, Maldivas, Nepal y Sri Lanka.

Pero el analista recibió la noticia con cautela, y recordó que siempre hubo idas y venidas en las relaciones entre India y Pakistán, desde que se independizaron en 1947 del imperio británico.

Los dos países se enfrentaron en tres guerras por la septentrional zona de Cachemira, rica en petróleo y de mayoría musulmana, como lo es Pakistán. En India predomina el hinduismo.

La Organización de las Naciones Unidas estableció en la región una frontera provisional, llamada Línea de Control, a través de la cual es frecuente el intercambio de disparos.

En la parte bajo control indio, integrada al estado de Jammu y Cachemira, actúan grupos separatistas que han perpetrado varios atentados en los últimos años.

India acusa a Pakistán de respaldar militarmente a esos guerrilleros islámicos, pero Islamabad sostiene que sólo les brinda ”apoyo moral y diplomático”.

La reunión del lunes entre Vajpayee y Musharraf fue la tercera en los últimos cinco años.

Vajpayee había viajado a Pakistán en 1999, y Musharraf visitó la septentrional ciudad india de Agra en 2001, pero los contactos fracasaron.

India insistía en que, antes de discutir sobre Cachemira, el gobierno pakistaní debía garantizar el ”cese del terrorismo en la frontera”.

El lunes se llegó a un acuerdo sobre este punto.

”El presidente Musharraf aseguró al primer ministro Vajpayee que no permitirá que el territorio pakistaní sea usado de ninguna manera por el terrorismo. Musharraf subrayó que un diálogo sostenido entre las dos partes tendrá resultados positivos”, dice el comunicado divulgado este martes.

El ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001) fue quien intervino en 1999 para detener la escalada de violencia en la frontera. Clinton entonces calificó a Asia meridional como ”el lugar más peligroso del mundo”, ante la carrera armamentista de Nueva Delhi e Islamabad.

En los años siguientes, los dos gobiernos se amenazaron mutuamente al punto de que muchos temieron una inminente guerra nuclear.

Luego de un atentado contra el parlamento indio en diciembre de 2001, Nueva Delhi retiró su alto comisionado en Pakistán, suspendió los vuelos a ese país y desplegó unos 700.000 soldados en la frontera. La tensión llegó a su punto más álgido.

El gobierno indio aseguró entonces estar dispuesto a atacar campamentos terroristas en Pakistán y no descartó echar mano a armas nucleares.

El secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell intervino con éxito para calmar la situación.

Pakistán pasó a ser objeto de fuerte presión de parte de Estados Unidos después de los atentados suicidas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. El presidente George W. Bush instó al gobierno de Musharraf a tomar medidas severas contra grupos armados.

En conferencia de prensa este martes, Musharraf negó que alguna potencia occidental haya presionado esta vez para que iniciara un diálogo con India.

”No hay duda de que no hubo ninguna fuerza extranjera que influyera. El asunto es entre India y Pakistán”, aseguró.

En las últimas semanas, el gobierno de Pakistán debió admitir, ante la presión de investigadores estadounidenses, que sus más importantes científicos nucleares podían estar involucrados en una venta de armas a países que Washington considera ”hostiles”.

Corea del Norte, Irán y Libia habrían recibido esa tecnología.

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