La imagen de la Santa Muerte, un esqueleto vestido con capa negra que porta una guadaña, recibirá seguramente por estos días muchas plegarias en México, pues sus fieles más cercanos, los narcotraficantes, están empeñados en una guerra intestina.
Las ejecuciones por disputas entre las mafias llegaron este mes a un promedio de casi tres por día, una cifra récord, mientras que el promedio mensual llegó el año pasado a tres cada dos días.
En la actualidad existe una narcocrisis en México, señalaron las autoridades. Las 74 personas asesinadas hasta el día 27 en diversos estados del país fueron vinculadas a los carteles que buscan dominar las plazas de envío de drogas a Estados Unidos.
Jesucristo Vencedor, que en la cruz fuiste vencido, vence a mi enemigo que está vencido conmigo, en nombre del Señor, es una de las plegarias que rezan los narcotraficantes y otros delincuentes ante altares levantados a San Muerte antes de enfrentarse con sus adversarios.
En varias de las últimas víctimas, muchas de las cuales corresponden a hombres de edades que oscilan entre 20 y 45 años, las autoridades encontraron tatuajes, anillos o colgantes con la imagen de la Santa Muerte.
A la figura, cuyo origen atribuyen algunos observadores a un sincretismo entre la religión católica, la santería y el vudú, la veneran en México quienes viven al margen de la ley y están expuestos a la traición de sus aliados o a la venganza de sus enemigos, señaló el poeta Homero Aridjis.
La Santa Muerte no sólo puede protegerlos (a los delincuentes) de traiciones y emboscadas, sino también puede ser un agente a su favor contra sus enemigos, causándoles males o la muerte. Se trata de una virgen santa en la religión del crimen, explicó el poeta
Presionadas por las detenciones de algunos de sus jefes y por el decomiso de varios de sus cargamentos, los narcotraficantes se enfrascaron en enero en luchas internas.
Mientras, el Procurador (fiscal) General, Rafael Macedo de la Concha, advirtió por enésima vez que no habrá tregua en la lucha contra esos grupos y declaró que las recientes ejecuciones son parte de guerras entre ellos.
El gobierno de Vicente Fox promete que su acción contra los narcotraficantes irá hasta las última consecuencias, mientras legisladores y autoridades de algunos estados demandan que esa guerra incluya el combate a las manifestaciones culturales vinculadas a los traficantes de drogas.
En los estados septentrionales la lucha contra la llamada narcocultura llevó a que algunos alcaldes prohibieran a radioemisoras difundir canciones que hablen de las mafias, además de exhortar a los medios de comunicación a no transmitir mensajes vinculados con la moda y las costumbres de los narcotraficantes.
La guerra contra la droga que lleva adelante el gobierno no tiene fin mientras haya demanda en Estados Unidos y lo mismo sucede con las manifestaciones culturales y religiosas de los narcotraficantes, que llegaron para quedarse, comentó a IPS el investigador de temas culturales Alfredo Nápoles.
En la gestión del presidente Fox, iniciada a fines de 2000, los decomisos de drogas y detenciones de personas vinculadas a ese negocio llegaron a las cifras más alta en la historia de México.
Más de 22.500 personas fueron aprehendidas hasta fines de 2003, de las cuales apenas 15 actuaban como jefes en los carteles. Además, sólo el año pasado se decomisaron alrededor de 13 toneladas de cocaína y 600 de marihuana.
A pesar de esos triunfos, que el gobierno celebra, no hay evidencia alguna que indique que el tráfico de drogas a Estados Unidos haya disminuido, advirtió el experto en temas de narcotráfico, Jorge Fernández.
Por su vecindad, México es la principal puerta de entrada de decenas de toneladas de drogas ilegales al mercado estadounidense, el más importante consumidor del mundo de esas sustancias.
En México hay sucursales y representantes de todos los carteles de la droga del mundo, pues es su base para operar en Estados Unidos, indican diversas investigaciones.
Para Fernández, al igual que muchos otros observadores, mientras haya demanda habrá oferta y por tanto nunca se vencerá al narcotráfico.
También en México, como en la mayoría de países de América Latina, el gobierno no quiere saber nada de propuestas alternativas de combate al tráfico de drogas, como la despenalización de ciertas de ellas.
A la sombra del narcotráfico se generó en México la devoción al llamado Bandido Generoso Malverde, el santo de los narcotraficantes. Se trata de Jesús Malverde, un delincuente que vivió a comienzos del siglo XX y que, según la leyenda, quitaba dinero a los ricos para darlo a los pobres.
El Bandido Generoso Malverde tiene altares en varias zonas rurales del norte del país y es común que su estampa o busto aparezca junto a la Virgen de Guadalupe, la figura religiosa de mayor devoción entre los mexicanos.
Algo parecido sucede con la Santa Muerte. Altares a su figura han sido encontrados en casas de narcotraficantes, junto a velas encendidas y fotos de diversas personas, entre ellas mujeres semidesnudas.
La Santa Muerte debe estar ahora muy ocupada en la guerra entre narcotraficantes, y así seguirá en el futuro pues los barones de la drogas no pararán a menos que haya una milagro y los estadounidenses dejen de darles trabajo, expresó Nápoles.