COMUNICACIONES-PORTUGAL: Nace TV social

Portugal puso en marcha una experiencia de comunicación de tutela estatal hasta ahora sin precedentes como es la televisión de la sociedad civil, cuya principal filosofía y vocación es la divulgación de asuntos considerados más próximos al ciudadano.

El proyecto nació en diciembre de 2002, apadrinado por el ministro de la Presidencia del Consejo, Nuno Morais Sarmento, a cargo de los medios informativos del Estado, tras un prolongado debate sobre la supervivencia de la Radio Televisión Portuguesa-2 (RTP-2), que tenía como cobertura principal la cultura y el deporte.

Los sectores más radicales de la coligación de derecha que gobierna Portugal desde abril de 2002 sostenían que la grave situación económica y financiera de la RTP-1 y 2 sólo podía ser solucionada privatizando el segundo canal o simplemente clausurando sus actividades.

Sin embargo, la elite cultural portuguesa y los analistas especializados en televisión, encabezados por el crítico Eduardo Cintra Torres, lanzaron la idea de salvar el canal mediante una estrecha colaboración con instituciones representativas de la sociedad civil.

Morais Sarmento ”vendió” la idea al primer ministro, José Manuel Durão Barroso, quién dio luz verde al proyecto, estableciendo en enero del año pasado un plazo de un año para su concreción.

Treinta y cinco años después de la inauguración del segundo canal de la RTP, nace A Dois (La Dos), cuyas primeras emisiones comenzaron el lunes, registrando como socios en la aventura comunicacional a 52 entidades de la sociedad civil.

Se cuentan entre ellas las organizaciones no gubernamentales, universidades, fundaciones, colegios profesionales, grupos ambientalistas, defensores de los derechos humanos y asociaciones de inmigrantes.

En términos financieros, el costo de A Dois para este año se calcula en 31 millones de euros (39,7 millones de dólares), previéndose que en 2006, el presupuesto anual se estabilizará en 28 millones de euros (35,8 millones de dólares actuales), frente a los 51 millones de euros (65.3 millones de dólares) que la RTP-2 gastó en 2002.

Según Cintra Torres, el renovado canal va a desligarse gradualmente de la tutela estatal, adquiriendo cada vez más fuerza la participación de las organizaciones de la sociedad civil.

El tradicional control gubernamental del canal será progresivamente desplazado, ”y este espacio televisivo podrá ser para la sociedad civil, lo que la Internet es para los individuos”, sostuvo el analista el lunes en su tradicional columna ”Ojo Vivo”, del diario Público de Lisboa.

En defensa del proyecto, el director del citado periódico, José Manuel Fernandes, señaló en un editorial del mismo día que A Dois, más que preocuparse por lo que las emisoras de televisión en general entienden por ”el interés del público”, deberá hacerlo por ”el interés público”.

De esta manera, añadió Fernandes, se puede contrariar la tendencia a la mediocridad de las programaciones, basadas en dar gusto a la gente, que en el fondo se traduce en ignorar los temas ”difíciles” para caer en la mayor de las banalidades arrogándose la ”representación del pueblo” que nadie les dio.

Al revisar detalladamente la nueva programación, se concluye que en una primera etapa, la sociedad civil limitará su participación a programas de debate diario sobre cuestiones de carácter social y temas de ciudadanía.

Entre las organizaciones que cuentan con espacios para participación directa, aparecen el Clube dos Jornalistas (CJ, Club de Periodistas), el Alto Comisario Para la Inmigración y las Minorías Etnicas (Acime) y la Asociación República, que se ocupa de las comunidades de lengua rusa residentes en Portugal.

El presidente del CJ, Eugenio Alves, se mostró entusiasmado con la iniciativa, que calificó de ”esencial para levantar el nivel periodístico y cultural de la información audiovisual portuguesa”.

”El programa que el CJ va a tener semanalmente, será un espacio de debate sobre los asuntos de nuestra profesión, con la participación mayoritaria de periodistas y de figuras de algún modo relacionadas con el mundo de la comunicación, de sectores académicos, político y social”, informó Alves a IPS.

Asimismo, A Dois, utilizando la señal satelital de RTP-Internacional, transmitirá los sábados programas culturales y sobre la integración con la sociedad portuguesa de los inmigrantes, destinados a las ex colonias lusoafricanas de Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe, así como a las ex posesiones lusoasiáticas de Macao y Timor Oriental.

En comparación con RTP-2, el nuevo canal refuerza los contenidos a nivel de educación, cultura, acción social y programas para público infantil, que tendrán un peso de 61 por ciento de la programación total, mientras se registra un descenso de ficción y cine de 25 a 11 por ciento, de deportes de nueve a seis por ciento y de información que baja de 21 a 19 por ciento.

Sin embargo, en este último caso, los dos puntos porcentuales no son considerados una pérdida de espacio informativo sino reducir a una estricta media hora los noticiarios, que en los demás canales se prolongan hasta una hora y media y que en verdad son auténticas teleseries, muchas veces con dramas rurales de escaso valor periodístico.

Otro desafío que se colocó el nuevo director de A Dois, Manuel Falcão, es el de equilibrar las audiencias femenina y masculina. Considerando que en el total del universo televisivo las mujeres constituyen 56 por ciento de las audiencias, la RTP-2 contaba con 47 por ciento de espectadoras, cifra que se pretende corregir para entre 49 y 51 por ciento.

Para Falcão, ”toda cifra encima de 4,5 por ciento de la audiencia total televisiva será un éxito”, el que ya se ha registrado en estos primeros tres días, logrando el nuevo canal 6,5 por ciento de espectadores.

A la par de optimismo generalizado, también surgieron las voces críticas y escépticas, no sobre el proyecto en sí sino sobre su ejecución y acerca del uso del concepto ”sociedad civil” para llevar adelante la idea.

La contraparte de la sociedad civil anunciada por el nuevo canal, ”en gran medida es constituida por organizaciones bajo tutela del Estado, por lo que su contribución se revela esencialmente 'platónica'”, sostuvo el profesor universitario Eduardo Prado Coelho al conocer los detalles del proyecto la semana pasada.

La idea de una televisión de la sociedad civil ”o es un disparate o es una banalidad”, sostuvo Prado Coelho.

Explicó que ”es banal decir que la televisión debe estar abierta a las expectativas y a la creatividad de todo lo que ocurre en la sociedad, desde las universidades y centros de investigación hasta los movimientos sociales, porque todas las emisoras de televisión deben ir en ese sentido” y ”es un disparate porque no puede ser la suma de programas expresando intereses particulares”.

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