El Fondo Monetario Internacional examinará en febrero la nueva carta de intención en busca de un acuerdo crediticio presentada por Uruguay, en la cual se compromete a obtener un crecimiento económico de cinco por ciento, un superávit primario (sin contar el pago de la deuda) de 3,2 por ciento del producto interno bruto y una inflación de siete a nueve por ciento.