El gobierno de Estados Unidos impedirá la entrada a su el, ya sea como inmigrantes o visitantes, a aquellas personas que estén involucradas en casos de corrupción pública, según la proclamación divulgada el lunes por el presidente George W. Bush. En la delcaración, Bush afirma que la medida tiene por objetivo restringir la capacidad de movimiento de los corruptos y "fortalecer las instituciones democráticas y los sistemas de libre mercado". Los afectados por esta medida, cuya entrada en vigor es inmediata, serán aquellos cuyas acciones "tengan efectos adversos graves en los intereses nacionales de Estados Unidos", se aclaró. Washington es partidario, además, de que la Cumbre Extraordinaria de las Américas, que finaliza este lunes en la ciudad mexicana de Monterrey, adopte medidas concretas contra la corrupción, incluida la expulsión de la Organización de Estados Americanos.