El senador brasileño Eduardo Suplicy utilizó un poema, que narra la triste partida de una familiar nordestina hacia la lejana Sao Paulo en busca de poder sobrevivir, para agradecer al presidente Luiz Inácio Lula da Silva la promulgación el jueves de la ley que instituye el ingreso básico de la ciudadanía. Con esta norma, el gobierno podrá garantizar a partir de 2005 una especie de salario mensual vitalicio para todos los brasileños y extranjeros que hayan residido en el país por lo menos cinco años, que permitirá cubrir los gastos básicos de alimentación, educación y salud. En una ceremonia en el palacio de gobierno, el legislador del izquierdista y gobernante Partido de los Trabajadores agradeció lo que llamó una muestra de "sensibilidad del presidente hacia los programas sociales". Al final de la ceremonia, emocionado por la realización de un antiguo sueño, el senador pidió permiso y besó a Lula.