Una comisión oficial de Brasil enviada a Estados Unidos, conformada por los senadores Hélio Costa y Marcelo Crivella y el diputado João Magno, logró el compromiso del gobierno de George W. Bush de dejar en libertad en los próximos días a unos 1.100 inmigrantes brasileños detenidos por ingresar sin los documentos requeridos o al cruzar la frontera de ese país con México. La solución aparece en momentos en que las relaciones bilaterales están en franco deterioro por el control policíaco ordenado por un juez en Brasil a visitantes de Estados Unidos en reciprocidad por igual medida impuesta por Washington contra viajeros del mundo en desarrollo en especial, incluido brasileños.