La Cumbre Extraordinaria de las Américas, que reunión el lunes y el martes en México a 34 jefes de Estado y de gobierno, todos los del continente excepto Cuba, finalizó con una declaración que refleja el peso de la corriente liderada por Brasil. Diplomáticos y analistas políticos coincidieron en que el difícil consenso logrado en la redacción del documento final de la Cumbre fue un triunfo del grupo encabezado por Brasilia a costa de asuntos importantes que reclamaba incorporar Estados Unidos. Fuentes próximas a las negociaciones aseguraron que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consiguió imponer como centro del texto la lucha contra la pobreza, el desarrollo social y la creación de empleos, dejando a un lado precisiones sobre el Area de Libre Comercio de las Américas en construcción y cuestiones que hacen a la transparencia de los gobiernos.