El Foro Económico Mundial finalizó el domingo con una certeza: los países de América latina desaparecieron de los radares políticos, económicos y financieros internacionales. Incluso se desvanecieron las alusiones a Argentina para ponerla como ejemplo de lo que no hay que hacer, una constante de las reuniones anteriores. Los economistas, banqueros y empresarios, reunidos desde el miércoles de la semana pasada en la localidad suiza de Davos, sólo citaron y analizaron la realidad argentina a pedido de algún periodista.