La empresa multinacional Monsanto, el gigante de la producción y desarrollo de agroalimentos de origen estadounidense, decidió retirarse del negocio de la soja en Argentina debido a la fuerte caída de la rentabilidad en el comercio de semillas ante la falta de pagos por regalías en hasta un 50 por ciento de lo sembrado. El anuncio tomó por sorpresa al mercado, porque coincide con una especie de boom de este cultivo en el país, donde se cultivaron unas 14 millones de hectáreas en la última campaña agrícola. En el último año, la soja prácticamente desplazó otros cultivos, como el maíz y el girasol, al tiempo que relegó a la ganadería a zonas de menor viabilidad agropecuaria. Argentina es hoy el tercer productor mundial después de Estados Unidos y de Brasil.