– El presidente brasileño Luiz Inácio Lula de Silva es un amigo que hizo lo que necesitaba hacer, dijo este viernes en la capital portuguesa el recién destituido ministro de Educación de Brasil, Cristovam Buarque.
En declaraciones a un grupo de periodistas en Lisboa, Buarque definió su estado de ánimo tras recibir una llamada de Lula solicitándole la renuncia, con una palabra que reconoció haber inventado: frustralivio.
Es la combinación entre la frustración porque me gustaría haber entrado a la historia de Brasil como la persona que acabó con el analfabetismo, y a la vez un cierto alivio, porque ahora podré volver al Senado, explicó.
Lula justificó la destitución de Buarque, quien se encuentra en Portugal de viaje privado para presentar un libro, por la necesidad de poner frente a la cartera a una figura ajena al mundo académico, para llevar adelante la profunda reforma universitaria en ciernes.
Sectores influyentes del Poder Ejecutivo y del llamado núcleo duro que controla al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) estaban ejerciendo fuertes presiones para lograr la salida de Buarque.
Estas presiones, que se hacían sentir desde marzo de 2003, según dijo a IPS un diplomático brasileño que no quiso dar su nombre, no se basaban en líneas políticas más a la izquierda o en tendencias más conservadoras, sino en una simple lucha por el poder, que en un hombre de la altura intelectual y moral de Buarque, no tienen cabida.
Buarque consideró natural su destitución telefónica, porque yo estoy en Lisboa y él (Lula) en Brasilia, y como no creo en la telepatía, la única fórmula posible era el teléfono.
Lula necesita de alguien que no sea de la universidad pública para hacer las reformas, enfatizó.
Buarque reafirmó su inquebrantable voluntad de defender sus ideas en el Senado, donde continuaré haciendo lo de siempre: ser un militante del PT y desde allí, seguir defendiendo a Lula.
Nuestro objetivo era acabar con el flagelo del analfabetismo en un periodo de cuatro años, precisó.
Mediante el plan implementado por Buarque, 3,2 millones de personas aprendieron a leer y escribir en un año. En 2002, 20 millones eran analfabetos, en un país de 170 millones de habitantes. Y el anterior gobierno de Fernando Henrique Cardoso logró alfabetizar a 3,5 millones de personas, pero en un lapso de ocho años.
Consultado por IPS, el director del grupo periodístico portugués Impresa, José Carlos de Vasconcelos, de larga relación con Brasil y quien se encontraba con Buarque cuando éste recibió la llamada de Lula, calificó la salida del ministro como una inmensa pérdida para el gobierno brasileño.
Pocas veces un gobierno, en cualquier país del mundo, puede contar con un ministro como Buarque, un gran especialista en educación, de cualidades culturales e intelectuales ampliamente reconocidas. Es insólito que un hombre como él se pierda en medio de una remodelación del gabinete, apuntó Vasconcelos.
Según analistas citados por el diario Jornal do Brasil, el cese de Buarque es uno de varios cambios en el gabinete, necesarios para ubicar a representantes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, con el fin de profundizar su alianza de gobierno.
El ministro, quien continuará en el cargo hasta la publicación del decreto de su cese de funciones en el Diario Oficial, será reemplazado por el actual titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Social, Tarso Genro.
Buarque llegó el miércoles a Lisboa, donde presentó su libro El admirable mundo actual, con asistencia de las más destacadas figuras de la política y la cultura lusitanas.
El libro es considerado por expertos portugueses en desarrollo como un diccionario genial para entender el proceso de globalización.
Durante su visita fue recibido por el ex presidente luso (1986-1996) Mario Soares, por el ministro de Educación David Justino y por el rector de la Universidad de Lisboa, José Barata Feio.
El periplo portugués de Buarque, que concluirá este fin de semana con su regreso a Brasil, contempló una visita y reunión con el pleno de la rectoría de la Universidad de Coimbra, una de las tres más antiguas del mundo junto a la italiana de Boloña y la española de Salamanca. (