India y Pakistán deberán mostrar este domingo más flexibilidad en la cumbre de la Asociación Asiática para la Cooperación Regional (SAARC) si quieren salvar al grupo, que apuesta al desarrollo del subcontinente.
El progreso de esta organización de 18 años de antigüedad (integrada por Bangladesh, Bhután, Maldivas, Nepal, India, Pakistán y Sri Lanka) ha sido siempre rehén de la histórica rivalidad entre Nueva Delhi e Islamabad.
Es por eso que India forma lentamente, con la intención de sustituir a la SAARC, otro grupo de naciones de Asia meridional, una de las regiones más pobres del mundo, con 1.600 millones de habitantes.
Ese nuevo grupo se denomina BIMSTEC (siglas en inglés de Cooperación Económica de Bangladesh, India, Myanmar -Birmania-, Sri Lanka y Tailandia).
La cumbre anual de la SAARC, que se realizará entre este domingo y el martes en Islamabad, será la número 12, aunque en realidad debería ser la 18. Los enfrentamientos entre India y Pakistán obligaron a suspender algunos encuentros.
En una entrevista publicada el viernes por el influyente semanario India Today, el primer ministro indio Atal Bihari Vajpayee dijo tener confianza en el éxito de la cumbre, pero señaló que para lograr mayores avances, Pakistán debe dejar de lado sus demandas sobre el territorio de Cachemira, disputado por ambos países desde que se independizaron en 1947 del imperio británico.
La población de ese territorio, rico en petróleo, es mayoritariamente musulmana, al igual que la de Pakistán, mientras en India predomina el hinduísmo.
El diferendo fue el motivo de tres guerras entre India y Pakistán. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en la región una frontera provisional, llamada Línea de Control, a través de la cual es frecuente el intercambio de disparos.
En la parte bajo control indio, integrada al estado de Jammu y Cachemira, actúan grupos separatistas que han perpetrado varios atentados en los últimos años. India acusa a Pakistán de respaldar militarmente a esos guerrilleros islámicos, pero Islamabad sostiene que sólo les brinda apoyo moral y diplomático.
Los cancilleres de la SAARC se reunieron el viernes para ultimar los detalles del largamente deseado Tratado de Libre Comercio de Asia Meridional, y de un protocolo adicional sobre terrorismo.
Ese protocolo adecua un acuerdo del grupo, de 1987, a la resolución 1373 sobre ese tema del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el 28 de septiembre de 2001, 17 días después de los atentados terroristas en Nueva York y Washington.
Si Pakistán firma el protocolo, se verá obligado a combatir con más energía el financiamiento de los grupos terroristas, además de fortalecer la cooperación con los demás socios en materia de migración, acuerdos de extradición y control de aduanas.
Pero muchos temen que la disputa por Cachemira, que llevó a los dos países a desarrollar arsenales nucleares, arruine la cumbre y haga incierto el futuro de la SAARC.
Las relaciones entre India y Pakistán mejoraron en los últimos meses, en especial después de la reanudación de los vuelos entre ambos países, suspendidos por dos años luego de un atentado contra el parlamento indio por el que Nueva Delhi responsabilizó a Islamabad.
Sin embargo, todavía hay demasiado encono como para que Vajpayee y Musharraf se reúnan a solas en forma paralela a la reunión, como algunos esperaban.
Mientras, crece la expectativa por la primera cumbre de la BIMSTEC, que se realizará en el balneario tailandés de Phuket el mes próximo. En esa ocasión, Bhután y Nepal serán aceptados formalmente como nuevos miembros del grupo.
Tanto Bhután como Nepal mantienen estrechas relaciones con India, mientras que Birmania y Bangladesh expresaron su deseo de fortalecerlas.
India tiene excelentes relaciones bilaterales con todos los países de la BIMSTEC, y por eso este grupo tiene el potencial de ser comercialmente más dinámico que la SAARC, sostuvo el director del independiente Instituto de Estudios sobre Paz y Conflictos, de India, P.R. Chari.
La BIMSTEC debería llevar ahora el nombre de Bobcom (acrónimo en inglés de Comunidad de la Bahía de Bengala) y así podría invitar a otros potencias económicas regionales como Singapur, dijo por su parte el economista Sanjay Baru, editor del periódico Financial Express.
Mientras continuamos estimulando la cooperación regional dentro de la SAARC, debemos actuar en forma más enérgica en la BIMSTEC, añadió.
Baru es uno de muchos analistas convencidos de que la SAARC desaparecerá definitivamente si Islamabad no responde a las ofertas de apertura económica de Nueva Delhi.
Los países que integran la SAARC están todavía muy lejos de alcanzar el principal objetivo de su carta fundacional: mejorar la calidad de vida de sus pueblos a través del crecimiento económico, el progreso social, y el desarrollo cultural de la región.
Tampoco lograron una activa colaboración y asistencia mutua en el ámbito económico, social, cultural, técnico y científico.
Si el Tratado de Libre Comercio de Asia Meridional se aprueba al final de la reunión en Islamabad, tendrá el potencial de estimular el progreso económico de la región, e incluso el de acercar a los gobiernos de India y Pakistán.
La división de India y Pakistán en 1947 tuvo motivos políticos y religiosos, pero hasta hoy también tiene grandes consecuencias económicas, y por eso esa separación debe salvarse, sostuvo el analista político indio Raja Mohan.