ASIA: EEUU atento a elecciones de este año

Estados Unidos seguirá de cerca las elecciones previstas para los próximos meses en cuatro países musulmanes de Asia, con la intención de extraer enseñanzas que le sirvan al supervisar los primeros comicios en Iraq.

De los nueve países de Asia donde habrá elecciones nacionales en los próximos meses, cuatro son musulmanes: Afganistán, Indonesia, Irán y Malasia. Los otros son Corea del Sur, Filipinas, India, Taiwán y (aunque esto no es seguro) Sri Lanka.

El gobierno del presidente George W. Bush prestará mucha atención a esos comicios para ver cómo incidirán en la política internacional y qué elementos podrían repetirse en Iraq.

El jefe de la administración civil de Estados Unidos en Iraq, Paul Bremer, había pronosticado la celebración de elecciones en Iraq para mediados de este año, cuando se disuelva el interino Consejo de Gobierno.

Sin lugar a dudas, las elecciones en Afganistán serán de especial interés para Washington, debido a los paralelos con Iraq, un país que también ha sentido el peso de una invasión y donde la democracia ahora es impuesta como el único camino.

En Afganistán, la formación de una tradicional Loya Jirga (gran asamblea) sirvió para preparar a los musulmanes más conservadores para adoptar la democracia y una Constitución moderna.

La nueva Constitución fue aprobada y ahora se espera que la Loya Jirga” convoque antes de seis meses a elecciones en las que estarán habilitados para votar unos 10,5 millones de afganos.

No obstante, Washington no debe ser demasiado entusiasta, pues todavía hay muchos afganos que se oponen al sistema que se les ha impuesto y otros dudan de su efectividad.

”A menos que se erradique la plaga del fundamentalismo, ninguna ley y ningunas elecciones podrán mejorar la situación económica y política del país”, sostuvo en un comunicado la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán, un grupo fundado en 1977.

Las urnas se abrirán este año también en países con un sistema político más consolidado que Afganistán, y donde el espíritu democrático va avanzando, como Indonesia, Irán y Malasia.

Cada una de estas elecciones puede dar, a su manera, importantes lecciones al gobierno de Bush.

Durante las elecciones en Malasia, Indonesia e Irán, todos los ojos estarán atentos para ver si la batalla por el predominio en el Islam es ganada por grupos musulmanes moderados, afines a aceptar la laicidad del Estado, o por sus adversarios conservadores, con tendencia al integrismo.

Por ejemplo, Malasia perdería su imagen internacional de país musulmán moderado si el conservador Parti Islam Sa-Malaysia (PAS) gana las elecciones legislativas malasias en marzo, e incluso si obtiene una buena representación parlamentaria.

El PAS anunció que, de ganar los comicios, aplicará la severa ”sharia” o ley islámica, e impondrá un sistema político alternativo a la democracia de estilo occidental.

Para la gobernante Organización Nacional de Malayos Unidos, del primer ministro Abdullah Ahmad Badawi, retener el poder es este año el mayor desafío.

Su triunfo confirmaría Malasia quiere mantenerse como un modelo de país musulmán moderado, según la intención declarada del ex primer ministro Mahathir Mohammad, quien dejó el poder en octubre luego de 22 años de gobierno.

En cierta medida, las elecciones en Indonesia este año serán también una prueba para el Islam, que deberá demostrar ante la comunidad internacional que es compatible con la democracia.

Las elecciones en Indonesia, el país con mayor número de musulmanes, no escapará a las pugnas entre conservadores y moderados, y tendrán impacto en todo el Islam.

Los indonesios elegirán a sus legisladores en abril y, por primera vez en forma directa, a su presidente en julio.

”Los principios de democracia están fuertemente consolidados en la jurisprudencia islámica y en su sistema de valores”, aseguró el analista tunecino Radwan Masmoudi, del independiente Centro para el Estudio del Islam y la Democracia, con sede en Washington.

Por su parte, el ex canciller tailandés Surin Pitsuwan, quien pertenece a la minoría musulmana de su país, sostuvo que las elecciones este año en cuatro países islámicos tienen una gran importancia por dos razones.

En primer lugar, ayudarán a acabar con la noción de que el Islam y la democracia no son compatibles. ”No estoy de acuerdo con ese argumento, y todo musulmán aspira a que a democracia y la libertad estén garantizadas”, dijo a IPS.

Por otra parte, ”las elecciones serán otro ensayo del modelo democrático en estos países, que no han tenido mucho tiempo para poner en práctica esta forma de gobierno”.

Irán será también centro de la atención.

Los conservadores iraníes se fortalecen conforme se acercan las elecciones legislativas de febrero. Si triunfan en las urnas, es probable que Washington mantenga su visión de Teherán como uno de los principales obstáculos para sus planes geopolíticos en Medio Oriente.

No obstante, algunos observadores señalan que los reformistas pueden ganar una vez más, como lo hicieron en 1997 y 2001, liderados por el reformista presidente Mohammad Jatami.

El voto de los más jóvenes será desequilibrante, y los jóvenes han estado a la vanguardia de las manifestaciones a favor de las reformas y la apertura en Irán.

Desde 1980, un año después de la revolución islámica que derrocó a la monarquía, hubo en Irán 19 elecciones, ocho de ellas presidenciales.

En definitiva, el gobierno de Bush tiene mucho para aprender en las elecciones previstas para este año en los países asiáticos musulmanes, mientras intenta delinear el destino de un Iraq devastado y conflictivo. (

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