Los jefes de Estado y de gobierno que asisten en México a la Cumbre Extraordinaria de las Américas no parecieron sentirse aludidos cuando su par de Venezuela, Hugo Chávez, señaló que este tipo de citas no sirven para casi nada.
Llegamos, nos saludamos, hacemos unos discursos, firmamos una declaración, nos tomamos fotos, sonreímos y nos vamos. Los mandatarios nos la pasamos de cumbre en cumbre y nuestros pueblos de abismo en abismo, dijo con énfasis Chávez en el primero de los dos días de esta cita continental que se realiza en la nororiental ciudad mexicana de Monterrey.
En cambio, el presidente anfitrión, el mexicano Vicente Fox, tiene otra perspectiva al respecto. Estoy seguro que está reunión (la cumbre) nos permitirá avanzar mucho, señaló.
También el mandatario de Estados Unidos, George W. Bush, coincidió con el optimismo de Fox, con quien se reunió por separado este lunes. Es una cita para trabajar con respeto mutuo y obtener beneficios, expresó.
Chávez tiene razón en lo de las cumbres, pero se olvida que lo más importante de estas citas suelen ser los encuentros bilaterales, comentó a IPS Arturo Castrillón, investigador de la mexicana universidad privada Anáhuac.
Precisamente, la mayoría de los gobernantes de 34 países de América, todos menos Cuba, aprovecharon gran parte de este primer día en México para mantener reuniones bilaterales, que no duraron más de una hora cada uno, tiempo en el que se afinaron acuerdos en marcha o se prepararon otros en puerta, según indicaron portavoces de los gobiernos.
Por ejemplo, Fox y Bush se presentaron juntos en conferencia de prensa para defender la oportunidad de la cumbre extraordinaria y el proyecto de creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que dijeron impulsar con decisión para que se haga realidad en 2005, postura que contrasta con la de Chávez y de otros pares suyos que dicen no compartir ese plan.
Por eso aún permanece sin acuerdo, a muy pocas horas de que sea firmada, la declaración de esta cumbre de Monterrey, la cuarta de América que se realiza desde 1994. Hasta ahora se realizaron tres citas ordinarias, la primera en Miami, la segunda en 1998 en Santiago de Chile y la tercera en 2001 en la ciudad canadiense de Québec, mientras que la primera de carácter extraordinario fue en la central ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
Las diferencias se centran en las menciones que el texto hará o no sobre el ALCA, un proyecto diseñado en la primera cumbre a impulso de Estados Unidos, y en torno a la propuesta de Washington para incluir una cláusula que indique que los países corruptos quedarían excluidos de las cumbres de las Américas.
Los gobiernos que no logran concertar el texto, que por procedimiento debe ser de consenso, son Estados Unidos, Argentina, Brasil y Venezuela, que mantienen diferencias en materia de proyectos de integración y posturas ideológicas, hecho que se vio reflejado en una escalada de duras declaraciones cruzadas en vísperas del encuentro entre portavoces de varios gobiernos.
Chávez, quien antes de arribar a México declaró que Estados Unidos apuesta por el fracaso de la Cumbre y lo acusó de entrometerse en los asuntos internos de su país, dijo en Monterrey que, aunque no tiene grandes expectativas en la cita, guarda algo de optimismo, pues han empezado a soplar vientos nuevos en América del Sur.
Hasta hace pocos años la voz de Venezuela era casi solitaria. Ahora hay cambios en Brasil, Argentina (…) y se va conformando un nuevo mapa político en América Latina y vengo con este gran optimismo que es un gran comienzo en la búsqueda de un camino alternativo, añadió.
El presidente venezolano aludió así a sus homólogos, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y a Néstor Kirchner, de Argentina, cuyas políticas generales y posiciones diplomáticas parecen irritar a Washington. No obstante las tensiones, ambos mandatarios sudamericanos tenían hasta este lunes planeadas sendas reuniones con Bush.
Mientras, Fox pareció ser uno de los que sacó mejor provecho de ese tipo de encuentros al acordar con Bush avanzar en la agenda bilateral, luego del distanciamiento entre ambos producto de que el gobierno mexicano se manifestara en discrepancia con la estrategia de represalias llevada adelante por Estados Unidos tras los atentados de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington y ante la invasión a Iraq en 2003.
En la reunión, Bush ratificó a su interlocutor su interés en definir un reforma migratoria que permita trabajar con papeles en orden a más de cinco millones de mexicanos indocumentados que viven en Estados Unidos y en avanzar en una amplia agenda de desarrollo para América del Norte, en la que también está Canadá, informó el mismo Fox.
Para Fox, lo más importante era verse con Bush y no la Cumbre, que no parece dirigida a obtener grandes logros, comentó el analista Jorge Fernández
Pero según Chávez, el impacto que han tenido tantas cumbres en la realidad es muy poco, pero muy poco. Nosotros hemos hecho muchísimas propuestas que tantas veces son recurridas en los discursos, pero no dejan de ser un saludo a la bandera.
El mandatario venezolano, quien culpó al neoliberalismo de gran parte de los problemas que atraviesan la mayoría de los países del continente, enfatizó que las cumbres serían apasionantes si los líderes buscaran vías alternas de desarrollo.
¿De 1994 (cuando empezaron la cumbre) a 2004 qué ha pasado en América Latina, se preguntó.
En 1994 había 201 millones de pobres y hoy son 220 millones, según cifras de la Comisión Económica para América Latina. Cada año la maquina infernal del neoliberalismo en América Latina produjo 2.6 millones de pobres, esa es la realidad, expuso.