El volcán Tacaná, en la frontera de México y Guatemala, es el corazón de una milenaria cuenca hídrica presa de la deforestación, la erosión y la pobreza, males que podrían revertirse con un novedoso proyecto que abarcará a 700.000 habitantes.
El plan, en marcha desde fines del año pasado por iniciativa de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), busca rescatar de manera concertada las cuencas de los ríos Suchiate, Coatán, Cahocán y Cosalpa, asociadas al Tacaná.
En la zona de 1.360 kilómetros cuadrados, poblaciones marginadas conviven con la sobreexplotación de recursos, la intensa deforestación y la erosión.
El Tacaná, de más de 4.000 metros de altura y una antigüedad de casi un millón de años, fue uno de los montes más venerados por las antiguas culturas mayas, de cuya cuenca se sirvieron. Con el paso de los siglos se hizo evidente un deterioro que obliga hoy a modificar su manejo para garantizarle un futuro adecuado.
Perseguidas por la pobreza, las comunidades de la cuenca, en parte descendientes de la cultura maya, practican un uso intenso y desordenado de los recursos. Lo mismo hacen algunas industrias, como azucareras y aceiteras, que han invertido capitales importantes en el lugar.
El manejo integral de las cuencas es fundamental por el agua, pero no se hace en América Latina, por eso este proyecto es un ejemplo que podría marcar nuevos rumbos en la región, dijo a Tierramérica el director de la UICN para Mesoamérica, Enrique Lahmann.
El proyecto Manejo integrado de las cuencas asociadas al volcán Tacaná busca crear sinergias entre los gobiernos de México y Guatemala, las comunidades y municipios fronterizos y varias organizaciones no gubernamentales para promover una dirección única al uso de la cuenca, explicó Lahmann.
La idea es mejorar la calidad de vida de las comunidades y garantizar para generaciones futuras el uso sustentable del agua, un bien escaso para muchos en América Latina.
Sólo en América Central, con 36 millones de habitantes, 58 por ciento de la población rural no tiene acceso al agua potable, indican estudios del Centro del Agua del Trópico Húmedo para América Latina y el Caribe.
El proyecto Tacaná despierta tal expectativa que Liliana Toledo, coordinadora de Cooperación Internacional del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, lo califica de iniciativa que pretende definir el nuevo rumbo que debe tomar la humanidad para garantizar el desarrollo sostenible.
Según Toledo, los objetivos del programa apuntan a demostrar el manejo de ecosistemas en cuencas hidrográficas y a dotar de poder a las personas para que establezcan un uso participativo, equitativo y responsable del agua y los recursos naturales.
En la mayor parte de los planes de administración de cuencas en el mundo y en América Latina, las estrategias de desarrollo y conservación se centran en zonas puntuales vecinas al torrente de los ríos y no involucran a todas las autoridades y grupos sociales.
En cambio, en el del Tacaná, las acciones incluirán todo el cauce de los ríos hasta su desembocadura en el mar, y a todos quienes estén vinculados con su ecosistema.
Es un plan ambicioso que apenas se inicia y aunque no pretendemos cambiar en la totalidad la calidad de vida de la región, buscamos movilizar a todos los interesados y hacerlos partícipes de los mismos objetivos y metas, explicó a Tierramérica Rocío Córdoba, coordinadora del área de humedales, agua y zonas costeras de la UICN en Mesoamérica.
Aunque el plan de poco más de 18 millones de dólares involucra a México y Guatemala, aún no lo llamamos proyecto binacional, señaló el director de UICN, pero la meta es que obtenga ese estatus.
Mientras tanto, UICN logró que la mayoría de municipios, grupos sociales y dependencias de gobierno acepten caminar juntos en acciones de recuperación.
Este año, el plan se centrará en afianzar las alianzas entre las partes y efectuar un estudio integral de la cuenca.
En 2005 se pondrán en marcha iniciativas concretas para beneficiar a las comunidades pobres y en el tercer y cuarto año del proyecto, se desplegarán todas las acciones y se buscará que los gobiernos lo adopten formalmente como un plan binacional.
UICN promueve una campaña mundial destinada a demostrar la conveniencia del desarrollo integral de las cuencas hídricas, que consta de seis proyectos, incluido el del Tacaná. Los restantes se llevan a cabo en El Salvador, en África austral, en Asia sudoriental y en el área del mar Mediterráneo.
* Con aporte de Jorge A. Grochembake (Guatemala). Publicado originalmente el 17 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (