La paz es una cuestión demasiado seria para dejarla sólo en manos de los gobiernos, dijo el actor estadounidense Richard Dreyfuss, maestro de ceremonias de la presentación este lunes de la Iniciativa de Ginebra impulsada por organizaciones sociales israelíes y palestinas.
Dirigentes de la sociedad civil de Israel y de Palestina promovieron por primera vez una propuesta de paz para Medio Oriente que aspira a colmar los vacíos y fracasos de las negociaciones oficiales.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter (1977-1981), largamente ovacionado durante el acto en Ginebra, compartió la opinión de que ”los políticos son el obstáculo para la paz”.
Carter, galardonado en 2002 con el premio Nobel de la Paz por sus aportes en la mediación de conflictos, estimó que la única solución alternativa al acuerdo de Ginebra ”es la continuación de la violencia”.
El documento, firmado el 12 de octubre en Jordania por activistas israelíes y palestinos, propone soluciones para los asuntos en litigio que impiden la paz en la región.
A diferencia de otros planes de paz para Medio Oriente, la Iniciativa de Ginebra abandona los enunciados de principios generales y se adentra en los detalles para zanjar el pleito.
Por ejemplo, el texto del acuerdo prevé dos estados en coexistencia. Israel mantendría sus fronteras anteriores a junio de 1967 y aceptaría la creación del estado palestino.
La misma premisa, desde otra óptica, implicaría la legitimación definitiva del estado de Israel, cuestionada por palestinos y árabes, y uno de los detonantes de la guerra que se libra en la región desde 1948, en coincidencia con el nacimiento de la nación judía.
Jerusalén sería la capital de las dos naciones, con una complicada partición para acomodar la soberanía de estados y religiones sobre los lugares sagrados de la antigua ciudad.
La concertación se extiende inclusive sobre el tema más espinoso de las negociaciones entre Israel y Palestina, la cuestión de los refugiados, unos 3,8 millones de palestinos que nunca han renunciado a su derecho a retornar.
La solución encontrada en el documento estriba en el reconocimiento por parte de los palestinos de que su derecho al retorno sólo puede ser ejercido con autorización israelí.
Los promotores del acuerdo son Yossi Beilin, ex ministro de Justicia de Israel, y Yasser Abed Rabbo, ex ministro de Información palestino, quienes comenzaron hace más de dos años a intercambiar ideas y a consultar a organizaciones no gubernamentales de las dos comunidades.
La gestión de Beilin y Rabbo recibió apoyo desde Suiza del académico Alexis Keller y de un grupo de banqueros ginebrinos.
Después de la firma del acuerdo, en Jordania, la sociedad civil se movilizó para obtener el respaldo de personalidades y asociaciones internacionales.
Más de 50 líderes internacionales, que incluyen ex presidentes, primeros ministros, ministros de relaciones exteriores y de defensa, y jefes de agencias internacionales, expresaron su adhesión a la iniciativa.
Entre los firmantes figuraron los ex presidentes Martti Ahtisaari, de Finlandia, Oscar Arias, de Costa Rica, Fernando Henrique Cardoso, de Brasil, F. W. De Klerk, de Sudáfrica, y Mary Robinson, de Irlanda, quien fuera además Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
También suscribieron el apoyo los ex gobernantes Ruth Dreifuss, de Suiza, José María Figueres, de Costa Rica, Mikhail Gorbachov, de la Unión Soviética, Fidel Ramos, de Filipinas, George Vassiluou, de Chipre, y Ernesto Zedillo, de México.
Pero el acuerdo ha merecido una acogida diferente en otros sectores de Israel y Palestina.
El primer ministro israelí Ariel Sharon desconoció legitimidad a la iniciativa y criticó al gobierno de Suiza por haber colaborado con los negociadores. El mismo presidente del opositor Partido Laborista, Shimon Peres, cuestiona la Iniciativa de Ginebra porque la considera ”irresponsable”.
Sin embargo, fuerzas políticas de izquierda de Israel adhieren con entusiasmo a la nueva alternativa y se perfilan como la base de una naciente agrupación progresista, un partido israelí por la paz.
Desde el campo árabe, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasser Arafat, difundió a último momento un tibio apoyo a la iniciativa. En cambio, el movimiento radical Hamas objeto de plano la negociación.
En Gaza y en Cisjordania se realizaron este lunes manifestaciones de militantes palestinos de repudio a la Iniciativa de Ginebra, dijeron despachos informativos.
El acuerdo se propone movilizar a las poblaciones de Israel y Palestina, dijo Robert Mally, director del programa de Medio Oriente del Grupo de Crisis Internacional, una organización sin fines de lucro dedicada a la prevención y la solución de conflictos.
Mally estimó que el documento debe cambiar la visión sobre el problema de Medio Oriente que existe en la comunidad internacional y en particular en Estados Unidos.