Portavoces del gobierno argentino de Néstor Kirchner manifestaron sorpresa ante la reiteración el fin de semana de declaraciones de Carlos Ramela, asesor del presidente de Uruguay, Jorge Batlle, críticas sobre la política humanitaria de Buenos Aires. El cuestionamiento público de Ramela provocó un roce diplomático que se dio por superado luego de que la cancillería uruguaya lo desacreditara como vocero del gobierno. Mientras, un colaborador del ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Rafael Bielsa, admitió las dificultades entre ambos gobiernos. "La de Kirchner y Batlle es una relación muy compleja, pero todas las instancias diplomáticas ofician de colchón para que la sangre no llegue al río", declaró el funcionario al diario argentino La Nación.