El canciller de Uruguay, Didier Opertti, dijo que el saludo de los presidentes Néstor Kirchner, de Argentina, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, a simpatizantes del opositor Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) congregados el martes frente a la sede del gobierno de Montevideo fue "infortunado" y "se podía haber obviado". Opertti consideró un acto político partidario y, por tanto, una injerencia en asuntos internos uruguayos, la salida al balcón del edificio de ambos mandatarios luego de recibir las "llaves del a ciudad", un tradicional acto que se cumple ante toda visita de gobernante extranjero. El gobierno montevideano del EP-FA, que ya lleva casi 14 años, hizo lo propio a inicios de los años 90 con el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, entre otros.