El gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva logró en su primer año de gestión ampliar su base aliada en el Congreso legislativo, en especial en la Cámara de Diputados, donde pasó de contar con una mayoría justa que no le permitía aprobar algunas reformas de fondo a tener el respaldo 376 representantes de un total de 513. De los 15 partidos presentes en ese cuerpo, 11 apoyan a Lula, encabezados por su agrupación, el izquierdista Partido de los Trabajadores, con 90 legisladores, y seguido del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, con 77.