El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró este año la imagen de villano que supo conquistas por varios años, pero tampoco logró convertirse en héroe al conceder créditos por varios miles de millones de dólares a América Latina, señalaron expertos. A lo largo de 2003, el FMI, dejando atrás sus recetas de políticas económicas que terminaron perjudicando a los menos favorecidos, normalizó sus relaciones con Argentina, renovó su acuerdo con Brasil y concedió préstamos de diferentes montos a países como Bolivia, Ecuador y Colombia.