El periodista guatemalteco Luis Alberto Pérez Barillas recibió un premio internacional por investigar la responsabilidad del ex dictador Efraín Ríos Montt, candidato en las elecciones presidenciales de este domingo, en la muerte y desaparición de miles de izquierdistas e indígenas.
El Premio Internacional de la Libertad de Prensa 2003, entregado por la organización Periodistas Canadienses por la Libre Expresión (CJFE, por sus siglas en inglés), honra a los periodistas dispuestos a correr grandes riesgos para obtener la noticia.
Pérez Barrilas investiga desde hace unos años la implicación de altos funcionarios del gobernante partido derechista Frente Republicano de Guatemala (FRG), en una campaña desarrollada entre 1978 y 1984 para erradicar a las organizaciones insurgentes de izquierda, en el marco de una guerra civil que comenzó en 1960.
El conflicto terminó en 1996 y dejó un saldo de 200.000 muertos, 45.000 de los cuales víctimas de desaparición forzada, la mayor cantidad padecida por un país de América Latina, según organizaciones no gubernamentales.
La guerra dejó, además, un millón de desplazados, 250.000 huérfanos y 100.000 viudas, según datos oficiales.
CJFE es una asociación integrada por más de 400 periodistas, editores, productores y estudiantes de periodismo destinada a promover la libertad de prensa y de expresión en Canadá y todo el mundo.
Recibir este premio no cambiará las cosas en Guatemala, pero estimulará a otros a seguir revelando la verdad. Ayudará a saber que hay personas fuera del país que le prestan atención a lo que decimos, dijo Pérez Barillas a IPS, tras recibir el galardón el jueves en Toronto ante unas 500 personas.
El periodista trabaja para radio y prensa escrita en la pequeña localidad de Rabinal, en el departamento de Baja Verapaz, 150 kilómetros al norte de la capital guatemalteca. Un cuarto de la población de esa localidad fue masacrada entre 1981 y 1983.
La Comisión para el Esclarecimiento Histórico, cuya creación fue auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas para investigar los crímenes cometidos en Guatemala, determinó que el genocidio fue perpetrado deliberadamente contra la población maya de Rabinal.
En junio, Pérez Barillas hizo un reportaje en vivo por radio sobre la exhumación de cadáveres de las víctimas de la dictadura de Ríos Montt (1982-1983), quien mientras tanto seguía adelante con su campaña para las eleciones presidenciales de este domingo.
Ríos Montt, pese a que se le acusa de ser el responsable de la muerte de 70.000 guatemaltecos, es candidato a presidente por el FRG.
Los reportajes en vivo de Pérez Barillas y sus artículos en los periódicos Prensa Libre y Nuestro Diario atrajeron la atención internacional. Poco después, su casa fue incendiada cuando dormía. El y su familia sobrevivieron al atentado, pero viven escondidos desde entonces.
El 26 de octubre, cuatro periodistas de Prensa Libre fueron secuestrados y golpeados por ex paramilitares cuando realizaban una serie de artículos sobre la campaña de Ríos Montt, reveló el Comité de Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York.
Los periodistas fueron liberados tras 50 horas de cautiverio. El CPJ considera a Guatemala el lugar más peligroso para el trabajo periodístico en el hemisferio occidental.
Pérez Barillas ya había sido amenazado y golpeado por sus revelaciones sobre casos de corrupción.
En Guatemala hay una coincidencia entre el crimen y el gobierno, señaló Grahamm Russell, de la organización Rights Action, dedicada a la defensa de los derechos humanos en América Central.
La organización internacional Amnistía Internacional le llama Estado Mafioso Corporativo, dijo Russell, que le proveyó a Pérez Barillas un escondite en Canadá.
Pérez Barillas trabajaba antes como contador, pero decidió convertirse en periodista cuando sintió un vivo deseo de revelar lo que sucedía en su país.
Lo que más me satisface es servir como un canal de comunicación para todas esas personas en mi país que sufren la pobreza y la represión, y de que otro modo no podrían hacerse oír, señaló.
El periodista tiene previsto realizar una serie de conferencias en Canadá en las próximas semanas.
En cuanto a los comicios de este domingo, sostuvo: Creo que las cosas no cambiarán, pero le doy a las elecciones el beneficio de la duda.
Otro de los galardonados fue el periodista chino Xu Wei, actualmente en prisión.
Xu, apenas graduado de la universidad, hizo circular en Internet una serie de artículos promoviendo una reforma política en China. Fue detenido el 13 de marzo de 2001 y sentenciado a 10 años de prisión.
Mientras, el premio Tara Singh Hayer, que distingue a periodistas canadienses que impulsan la libertad de prensa, fue concedido de manera póstuma a Zahra Kazemi, que murió en una cárcel iraní hace cuatro meses en circunstancias todavía no aclaradas.
Kazemi fue detenida el 23 de junio frente a una prisión de Teherán por haber tomado fotografías del edificio. Murió el 10 de julio debido a heridas en la cabeza. Un funcionario de seguridad iraní está siendo juzgado por su muerte.
El hijo de la periodista, Stephan Hachemi, recibió el premio en su nombre.