La Declaración de Miami, que marcó el jueves el fin anticipado de la conferencia ministerial de ALCA, fija los nuevos términos de la zona comercial de América a crear, de carácter más flexible que el previsto en la iniciativa original de Washington. El documento dejó afuera de las negociaciones los asuntos más sensibles, como los subsidios agrícolas que otorga Estados Unidos a su agricultura y las cuestiones de normas de inversiones, compras gubernamentales y propiedad intelectual.