El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a criticar el proteccionismo de las economías industrializadas, en especial en el área agrícolas, principal causa del atraso en los planes de lucha contra la pobreza fijados en las llamadas metas del milenio, aprobadas en las sesiones de 2000 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.