Brasil, tradicional importador de trigo, llegará a exportar este 600.000 toneladas de este producto a países africanos y de Europa oriental, informaron cooperativas de los meridionales estados de Paraná y de Río Grande del Sur. Las ventas de trigo están provocando un cierto nerviosismo en los molinos brasileños, que temen un aumento de los precios de sus importaciones, todavía necesarias para cubrir el consumo que suma 10 millones de toneladas anuales.